La Federación Europea de Industrias y Asociaciones Farmacéuticas (EFPIA) ha publicado un informe sobre los servicios de oncología europeos donde insta a repensar las unidades de cáncer de Europa para salvaguardar un futuro en el que la atención oncológica sostenible y equitativa. La asistencia sanitaria se enfrenta a un desafío crítico en el viejo continente. El aumento de la demanda en la atención del cáncer está superando el crecimiento de la fuerza laboral sanitaria. Los expertos calculan que en 2030 habrá un déficit de 4,1 millones de profesionales. Esta situación ejerce una presión significativa sobre la atención oncológica lo que provoca retrasos en los diagnósticos y peores resultados de salud para los pacientes. También se prevé que conduzca a una mayor presión sobre el personal, así como una escasez, cada vez mayor, de profesionales y listas de espera más largas.

Enfoque integral

La Federación Europea de Industrias y Asociaciones Farmacéuticas (EFPIA) ha desarrollado un informe analizando la situación de la asistencia oncológica europea y las perspectivas de futuro de la atención del cáncer y el más que previsible déficit de especialistas que va tener que hacer frente Europa. Para abordar este desafío es necesario un enfoque integral centrado en tres causas fundamentales: el rápido aumento de la demanda de atención oncológica; el esfuerzo cada vez mayor para tratar a cada paciente y el estancamiento del crecimiento de los profesionales sanitarios. Por ello, la innovación en la atención sanitaria se erige como un factor clave para abordar estas causas fundamentales y mitigar la escasez de personal médico actual y futuro.

En este sentido la EFPIA distingue cinco medidas para afrontar esta realidad: Instaurar objetivos e incentivos para impulsar la eficiencia alineados con las recompensas hospitalarias ; establecer presupuestos de implementación a nivel nacional para financiar la puesta en marcha de innovaciones eficientes en el cuidado del paciente, actuando como un puente hacia un objetivo a largo plazo de reembolso total de las innovaciones que han demostrado ser beneficiosas en la práctica clínica; creación de equipos nacionales o grupos de trabajo hospitalarios locales cuyo objetivo sea definir medidas para reducir la carga sobre la fuerza laboral mediante la implementación de innovaciones y la capacitación necesaria de los usuarios; establecer métricas nacionales de eficiencia, así como un sistema de medición para cuantificar el impacto de las innovaciones, que sirvan de base para la evaluación y la mejora continua y, por último, definir una vía de progresión clara para una amplia implementación de innovaciones respaldadas por directrices nacionales y/o regionales así como redes de aprendizaje.

En definitiva, Europa debe de tomar medidas inmediatas para transformar la atención del cáncer a través de la innovación si quiere dar una respuesta eficaz a los retos del futuro. La implementación de medidas innovadoras que logren la eficiencia puede mitigar la escasez de profesionales a corto plazo Pero, mientras tanto, la creación de un entorno que fomente la innovación garantizará una atención oncológica sostenible, equitativa y de alta calidad a largo plazo. Este esfuerzo de colaboración beneficiará a los pacientes, los profesionales y la sociedad en su conjunto avanzando en la atención oncológica las próximas décadas.

Brecha en la atención sanitaria

La mejora continua de las tasas de supervivencia de diversos tipos de cáncer es el reflejo de los importantes avances en el diagnóstico y el tratamiento. Por ejemplo, las tasas de supervivencia del cáncer de próstata aumentaron del 68 por ciento en 1995 al 88 por ciento en 2014, mientras que analizando este mismo parámetro, en cáncer de mama las cifras aumentaron del 75 al 84 por ciento analizando el mismo período. Asimismo, se han observado tendencias positivas similares en el caso del melanoma, el cáncer de ovario y el de pulmón. Aunque hablar de tasas de supervivencia no equivale a la curación, estos alentadores avances reflejan los hitos logrados en la lucha contra el cáncer y ofrecen esperanza a los pacientes y sus familias.

Sin embargo, la presión sobre los servicios amenaza con hacer que la atención sea inaccesible para quienes la necesitan. Por ello, en el informe se recoge que es necesario actuar cuanto antes para evitar futuras crisis. El desafío al que nos enfrentamos actualmente es que las crecientes necesidades de atención del cáncer en Europa están superando el aumento de la fuerza laboral sanitaria. Según estimaciones de la Comisión Europea, se prevé que el número de diagnósticos de cáncer en la Unión Europea (UE) y los países de la Asociación Europea de Libre Comercio aumente un 21 por ciento en 2040, mientras que se espera que la fuerza laboral sanitaria total crezca solo un 5 por ciento. Este desequilibrio podría provocar una escasez de 4,1 millones de trabajadores sanitarios en Europa de aquí a 2030. Por ello, abordar este problema requiere un esfuerzo coordinado de los formuladores de políticas, los proveedores de atención médica y otras partes interesadas para garantizar que los pacientes tengan acceso a una atención oncológica de calidad.

Hay tres causas fundamentales que impulsan la brecha entre las necesidades de atención de los europeos y la capacidad de los sistemas de atención oncológica para satisfacerla:

1.- La población europea está creciendo y envejeciendo. La población europea está creciendo y envejeciendo. La mayoría de los países de Europa han experimentado un aumento en la esperanza de vida en los últimos 20-30 años. Además, el cáncer puede considerarse una enfermedad de edades más avanzadas, ya que este se considera el principal factor de riesgo para la mayoría de los tumores. De hecho, estos factores han contribuido a aproximadamente al 50 por ciento del aumento de la incidencia del cáncer en las últimas dos décadas, y se prevé que esta tendencia continúe. Se espera que los nuevos casos de oncología en Europa aumenten de 4,4 millones (2,68 millones en la UE) en 2020 a 5,33 millones (3,24 millones en la UE) en 2040.

2.- La productividad en el sector sanitario no aumenta a diferencia de otras industrias. . La evidencia sugiere que la productividad de la atención médica no está aumentando en comparación con otras industrias. Por ejemplo, en los Países Bajos, la productividad ha disminuido entre un 1 y un 3 por ciento desde 2010. Las innovaciones mejoraron la calidad de la atención, pero no el rendimiento por trabajador, lo que llevó a que se necesitara más esfuerzo para cada paciente. Este desafío no es exclusivo de los Países Bajos; Canadá y Estados Unidos también lo están enfrentando. De hecho, una hipótesis de esta situación es el aumento de la carga administrativa. Los profesionales sanitarios dedican dos días a la semana, el 40 por ciento de su tiempo, al papeleo. Alrededor del 50 por ciento de los médicos cree que otros podrían realizar el 11 por ciento de sus tareas. Asimismo, un estudio reciente demostró que, por cada visita de un paciente, los médicos dedican aproximadamente 16 minutos a editar, actualizar y mantener las historias clínicas. Es importante reconocer que cada tarea administrativa, necesaria o no, reduce el tiempo de los profesionales sanitarios para sus pacientes.

3.- La fuerza laboral sanitaria no está creciendo tan rápido como la demanda de la atención oncológica. Si bien el número de profesionales sanitarios está creciendo ligeramente en la mayoría de los países, no sigue el ritmo de la demanda de atención oncológica . Esta situación es peor si cabe en el caso de las enfermeras. Se espera que en 2030 haya un déficit de 600.000 médicos, 2,3 millones de enfermeras y 1,3 millones de otros profesionales sanitarios en toda la UE. Por su parte, la incidencia del cáncer está aumentando y el tiempo dedicado a tratar a cada paciente está creciendo; además, el número de oncólogos ha crecido solo un 5 por ciento desde 2012. Esta escasez se debe a una combinación de una fuerza laboral que envejece (el 40 por ciento de los oncólogos se acercan a la edad de jubilación), un alto nivel de agotamiento y estrés debido a las largas jornadas laborales, los efectos de la pandemia de COVID-19 y las malas condiciones laborales y salariales. De hecho, en algunos casos, a las enfermeras se les pide que hagan el triple de trabajo que antes para satisfacer las necesidades del hospital, lo que es muy probable que exacerbe el estrés y el agotamiento y aumente la probabilidad de que los trabajadores de la salud abandonen la profesión.

Enfoque Holístico

Por tanto, los pacientes se enfrentan a retrasos en el diagnóstico y en el tratamiento, lo que se asocia con peores resultados de salud, ya que la enfermedad estará más avanzada en aquellos casos que no haya recursos para anticipar la detección. Además, los profesionales deberán de hacer frente a una mayor carga asistencial y administrativa. Esto significa que los oncólogos y enfermeras pasarán menos tiempo con los pacientes, lo que afectará a su salud mental y a su capacidad para mantenerse al día con los últimos avances científicos.
Del mismo modo, los proveedores de atención médica enfrentan a una escasez de personal y a una atención oncológica más compleja, lo que conducirá a una caída en la calidad de la asistencia sanitaria. De hecho, el Informe de la patronal europea ya alerta de la existencia de un déficit de personal del 15 por ciento en los hospitales, laboratorios, departamentos de radiología y quirófanos europeos. Por ejemplo, la escasez de radiólogos ya está afectando en la atención al paciente. Prueba de ello es que el Real Colegio de Radiólogos del Reino Unido ha informado de retrasos en el inicio de la quimioterapia o la radioterapia por parte de los pacientes en aproximadamente la mitad de los centros de atención oncológica del país.

La consultora Marwood Group ha descubierto que el problema no se limita al Reino Unido; según su informe, el número de radiólogos por cada 100.000 habitantes en Portugal, España y Suiza es insuficiente. “En toda la UE, hay una creciente escasez de radiólogos, con sólo un promedio de 12,8 radiólogos por cada 100.000 habitantes”.
En este sentido, se destacan tres desafíos en la atención oncológica que requieren acciones urgentes e integrales centradas en un enfoque holístico. Las necesidades de atención oncológica están creciendo rápidamente. Por lo que, se requiere una estrategia continua y multidisciplinar que incluya prevención, diagnóstico precoz y tratamiento eficaz para reducir la demanda de los servicios de atención oncológica.

Asimismo, se deben incrementar los esfuerzos en el tratamiento del paciente oncológico para aumentar la eficiencia, mejorar los resultados, reducir los costes y elevar la calidad general de la asistencia. Por último, hay que afrontar el desafío del estancamiento del personal sanitario. Para ello, hay que fomentar y aumentar la retención de los trabajadores de la salud y el número de oncólogos para satisfacer la creciente demanda en la atención en este ámbito

Innovación

A pesar de la situación que plasma el informe, los sistemas sanitarios europeos se están tomando en serio el desafío. El Plan de Lucha contra el Cáncer de la UE propone aumentar la resiliencia del sistema sanitario y abordar las desigualdades en el acceso. No en vano, otras iniciativas, incluido el Espacio Europeo de Datos Sanitarios, tienen el potencial de hacer que los sistemas sean más eficientes. Además, dada la presión ejercida sobre los sistemas de salud durante la pandemia, existe un nuevo enfoque para reducir la demanda general de intervenciones de atención médica. Por ello, la innovación debe de ser la llave para enfrentar estos desafíos.

Es más, a través de inversiones inteligentes en innovación, los decisores en atención médica pueden crear un nuevo camino que reduzca la demanda oncológica, asegure la eficiencia en la atención y el uso equitativo de los recursos promoviendo mejores resultados, tanto para pacientes, como para profesionales. Para ello, Europa debería priorizar la adopción de la innovación en todas sus formas: inversión en investigación, salud digital, acceso a exámenes de detección y nuevos enfoques en la prestación asistencial. Por ello es importante que exista una determinación a la hora de considerar e implementar cualquier cambio que pueda mejorar los resultados de salud, las experiencias de los pacientes y la eficiencia.

El desafío de la fuerza laboral al que se enfrenta la atención del cáncer en toda Europa es grave, pero la innovación en el sector sanitario ofrece posibilidades para hacer frente correctamente. Es la clave para crear un sistema accesible, asequible, equitativo y equilibrado en el que se pueda brindar una atención adecuada y de la más alta calidad, sin presionar innecesariamente al personal sanitario. Por tanto, al reducir la demanda, aumentar la eficiencia y retener a los profesionales, la innovación se alza como la respuesta para reducir la brecha entre las necesidades de atención oncológica y la prestación de servicios.

Áreas clave de innovación

En este sentido, la Efpia ha distinguido cinco categorías de innovación en el sector sanitario: Prestación sanitaria; terapéutica; detección y diagnóstico; bienestar y prevención de enfermedades e investigación y desarrollo.

1.- Prestación de la asistencia sanitaria: Prestación de la asistencia sanitaria: Las innovaciones se centran en mejorar los servicios de atención médica como apoyo a las decisiones clínicas con análisis de datos para perfeccionar la toma de decisiones. Por otro lado, el uso de terapias digitales y registros médicos electrónicos son cruciales en el intercambio de datos sanitarios y la coordinación entre servicios o la implantación de la telesalud y monitorización en remoto para hacer más eficiente el acceso a la atención sanitaria

2.- Terapéutica: Las innovaciones terapéuticas se centran en avanzar en tratamientos y terapias como puede ser la edición de ADN y ARN para desarrollar terapias personalizadas.

3.- Detección y diagnóstico: las innovaciones se enfocan en cimentar la precisión de los diagnósticos con la mejora de las tecnologías de imagen, biopsias personalizadas y la autoevaluación de los pacientes para reducir la presión asistencial.

4.- Bienestar y prevención de enfermedades: tienen el objetivo de promover un estilo de vida saludable para la aparición de enfermedades mediante la aplicación de herramientas de meditación y fitness, herramientas de prevención (apps para prevención y control de enfermedades crónicas) o promoción de la literatura saludable

5.- Investigación y desarrollo: Innovaciones para mejorar el proceso de desarrollo de nuevos tratamientos involucrando al paciente en el proceso de investigación, instaurando la Inteligencia Artificial para acelerar los procesos de desarrollo de medicamentos, realización de ensayos clínicos multinacionales o la colaboración con I+D para acortar procesos.