El último año no ha sido nada fácil para nadie. La pandemia de COVID-19 ha irrumpido en todos los aspectos de la vida, incluyendo la política. Dolors Montserrat, líder del Partido Popular Europeo, en una entrevista exclusiva con El Global, ha comparado la gestión europea con la española, haciendo hincapié en que la mejor forma de acabar con el coronavirus es, sin duda, la vacunación.

Pregunta. A punto de cerrar este 2020, es hora de hacer balance en un momento en el que la COVID-19 sigue golpeando con fuerza. ¿Cómo valora la gestión de la pandemia?

Respuesta. Quiero empezar por Europa. Al final, Europa es una historia de éxito, es lo que se ha demostrado y lo que nos ha enseñado esta pandemia. Lo vemos con las vacunas; las vacunas son una historia de éxito de la Unión Europea. Imaginémonos que no hubiera existido la UE o que España estuviera fuera de ella. No tendríamos acceso a estas vacunas.

Europa ha hecho los deberes. Es verdad que al inicio de la pandemia quizás fueron más los Estados miembro que iban descoordinados, pero luego se ha demostrado que la UE ha hecho sus deberes. Por ejemplo, se organizaron compras conjuntas de material de protección para todos los Estados miembro; creó un equipo de reconocidos expertos europeos para guiar la toma decisiones a nivel europeo; ha financiado 100 equipos de investigación para encontrar tratamientos para la COVID-19; han puesto en marcha acuerdos de compra adelantada de vacunas impulsando un desarrollo rápido y seguro de la vacuna, etc. Precisamente la vacuna es uno de los éxitos de esta pandemia y también de la historia de la UE. La EMA ha flexibilizado sus procesos de aprobación para ser más rápidos y eficientes, pero, sobre todo, sin renunciar jamás a la seguridad. También se ha potenciado el mandato y las capacidades de la EMA y el Centro Europeo del Control de Enfermedades (ECDC), les ha dado más poder y más liderazgo, y se ha propuesto la creación de una nueva agencia europea de preparación y respuesta a emergencias sanitarias. Además, hemos reforzado el mecanismo de protección civil, el RescUE” para hacer frente a emergencias sanitarias con recursos y equipos médicos especializados y hemos aprobado un nuevo programa europeo para la salud, que está dentro del programa Horizonte 2020 y  que cuenta con capacidad económica y de recursos. Es muy ambicioso, con un presupuesto diez veces mayor que antes, cuyo objetivo es dar resiliencia y reforzar los sistemas nacionales de salud.

P. ¿Y se puede hacer el mismo balance en España?

R. Europa ha hecho sus deberes, ha liderado, ha coordinado… Pero si tenemos que hablar de España yo lo resumiría con que nuestro Gobierno ha llegado tarde y mal, tanto en la primera ola como en la segunda. Y esperemos que haga el trabajo que tiene que hacer en la vacunación. Ha llegado tarde y mal en tres de los objetivos prioritarios marcados tanto por la OMS como por la propia UE:  acopio de material, test masivos y rastreo, seguimiento, recopilación y gestión de los datos de forma eficiente y transparente. En los tres puntos hemos visto que ha fallado por completo. Nos faltó material en la primera ola y en esta segunda el propio ministro Salvador Illa dijo en septiembre que daría 2.500 millones de euros a las CC.AA. para material y, a día de hoy, aún no ha llegado este material.  También han fallado los test masivos: han tenido que ser las comunidades las que tanto en la primera ola, como en la segunda, se tuvieron que buscar la vida para tener el material para realizar los test. Y con la recopilación de datos, vemos como el INE apunta a una cifra de fallecidos que el Gobierno no reconoce a fecha de hoy. Por lo tanto, no ha habido transparencia en los datos. No son números, son personas y familias que han visto fallecer a sus seres más queridos. Por eso quiero y exijo, no solo como política sino como ciudadana, al Gobierno de España que no haga lo que hizo en verano, que dijo que la pandemia ya había pasado y podíamos seguir tranquilos. Lo que pedimos al Gobierno de España es que se coordine con la UE

En cuanto a transparencia, lo mismo. De la comisión de expertos aún no sabemos quiénes son los expertos ni las actas de las reuniones ni qué se dijo en esas reuniones. A diferencia de Europa, donde siempre hemos conocido los expertos y las directrices, las comunicaciones y protocolos que nos ha pedido y nos ha exigido a todos los Estados miembro.

P. Sobre la realización de test masivos, precisamente, si hay un sector que ha intentado participar y ayudar en esta crisis sanitaria son las farmacias. Muchos países europeos ya realizan test en farmacias, pero en el nuestro no acaban de aceptar este modelo. ¿España también llega tarde en este sentido?

R. El Partido Popular, tanto en Europa como en España, hemos apostado desde el primer momento por la realización de la máxima cantidad de test fiables para poder tomar decisiones adecuadas. Tenemos que testar a la ciudadanía. Y la responsabilidad de liderar la realización de estos test masivos, que no solo nos lo exige Europa sino también la OMS, es el Ministerio de Sanidad.

El Ministerio y el Gobierno se han cansado de decir que estamos en la cogobernanza. Pero ¿qué cogobernanza? Lo que ha hecho es una chapuza donde han dejado solas a las comunidades y donde éstas han tenido que espabilar. Por tanto, ahora es el Ministerio de Sanidad quien tiene que liderar y poner encima de la mesa los recursos, los protocolos y la manera de realizar test masivos a toda la población, fiables y que nos hagan tomar las decisiones adecuadas para evitar futuras olas y poder ganarle la batalla a la COVID-19.

P. El pasado 27 de diciembre se puso en marcha la estrategia de vacunación. Se trata de una actuación histórica que implica grandes retos…

R. El Sistema Nacional de Salud de España en términos de vacunación funciona adecuadamente. Tenemos el calendario común infantil de vacunación desde el año 2013, cuando estaba gobernando el Partido Popular. También tenemos una cobertura vacunal de la gripe estacional muy elevada, con 10 millones de vacunaciones anuales. Por lo tanto, capacitados estamos. No obstante, esta vacunación de la COVID-19 es diferente porque va a suponer unos 80 millones de vacunaciones, porque son dos dosis. La palabra clave es la logística, la trazabilidad, el frío. Hemos oído al Gobierno de España que no nos preocupemos, que hay 13.000 puntos de vacunación. Estos sitios son los centros de Atención Primaria. Pero es que la Atención Primaria ya está saturada. Por tanto, la pregunta que le tenemos que hacer al Gobierno es cuánto va a tardar en reforzar la AP para que no se colapse y la vacunación sea conforme al resto de la UE.  Hacía meses que sabíamos que Europa estaba trabajando para tener una vacuna y hace ya dos meses que sabíamos que probablemente a final de año tendríamos vacunación, por lo que el Gobierno de España ya debería tener preparado todo: la logística para la vacunación. No es suficiente con los 13.000 centros de atención primaria porque ya están colapsados.

Lo que está claro es que Europa ha dicho que tenemos que ir al mismo ritmo y que primero tenemos que priorizar los grupos de riesgo, empezando por los profesionales de la salud y los mayores en las residencias, que se garanticen sobre todo las condiciones de almacenamiento, distribución y suministro adecuados.

Luego, algo que también es muy importante y nos exige la UE, es monitorear desde cerca las campañas de vacunación, el compartir los datos a nivel europeo… También tenemos que promover campañas sobre la seguridad de la vacuna. Por tanto, también tenemos que asegurar la vacunación universal.

P. Uno de los retos más apremiantes en vacunación es la comunicación; que la sociedad se conciencie sobre la seguridad y eficacia de las vacunas, ¿no?

R. Tenemos que enviar un mensaje claro en estos momentos: no hay nada más seguro que la vacuna. Tenemos que dar esa tranquilidad y seguridad a todos los españoles para que, de forma voluntaria, se vacunen. Las vacunas que aprueban la EMA y nuestras agencias nacionales son de alta calidad y muy eficientes.

P. Volviendo a Europa, una de las principales normativas en las que están trabajando es la Estrategia Farmacéutica Europea. Y, por lo que hemos podido ver, el objetivo es recuperar tejido productivo y devolver a Europa esa capacidad de innovación que ha perdido con los años. ¿Considera que se volverá a construir todo ese tejido farmacéutico, ahora tan necesario con la pandemia?

R. Lo primero que nos ha enseñado la pandemia a las instituciones, y lo hemos tenido claro desde el Partido Popular europeo y desde las otras fuerzas políticas, es que tenemos que ir hacia más convergencia de la salud. Europa es convergente en el mercado financiero, en el movimiento del mercado único, y por eso está claro que tenemos que trabajar hacia la Unión de la Salud. La UE para la Salud. Esto es uno de los grandes aprendizajes y lo hemos decidido ya en el Parlamento.

Por tanto, uno de los grandes pilares para esta nueva Europa de la Salud es la Estrategia Farmacéutica Europea. Lo primero que pretende es que seamos capaces de afrontar cualquier pandemia o amenaza sanitaria en el presente y en el futuro. La segunda cosa importante: poner al paciente en el centro de todas las decisiones. El tercer tema importante es dar soluciones a las necesidades médicas no atendidas.

“La Estrategia Farmacéutica Europea aportará procedimientos más ágiles para la aprobación de fármacos, sin renunciar a la seguridad ni a la evidencia científica”

Pongo tres grandes ejemplos: el primero es la resistencia antimicrobiana. Anualmente fallecen 25.000 europeos por la resistencia antimicrobiana y son necesidades médicas no atendidas. Se invierte poco en este problema médico tan importante. Continuamos teniendo una brecha importante en la investigación en pediátricos (cáncer y enfermedades raras) así como tenemos una brecha importante en la investigación de enfermedades raras. Tenemos 7.000 enfermedades raras sin tratamiento. Esto es angustioso y doloroso para las familias y no lo podemos permitir.

P. Otro de los asuntos que preocupa a todo el sector sanitario es el acceso a los tratamientos…

R. Un punto importante para nosotros es asegurar el acceso a los medicamentos para todos en Europa, que no haya diferencias. Que sea equitativo y universal para todos. Por ejemplo, en cáncer hay diferencias de entre un 8 hasta un 90 por ciento de acceso a medicamentos para cáncer dentro de Europa. Y no solo de acceso de medicamentos sino también de tiempos, de entre 90 a 1.000 días para tener acceso a un tratamiento ya probado y en comercialización.

En este sentido, también es muy importante fortalecer la competitividad de la industria europea. Después de esta pandemia hemos visto que no podemos ser tan dependientes de terceros países fuera de la UE para atender, por ejemplo, una pandemia, una emergencia sanitaria como la que hemos sufrido. Por tanto, la Estrategia Farmacéutica Europea pretende fortalecer esa competitividad y la autonomía de la industria europea. Porque esta estrategia también pretende que Europa sea líder mundial en investigación sanitaria y en el cuidado de la salud. Es verdad que una de las grandes cosas que nos diferencia a Europa de Estados Unidos es que nuestra salud, nuestros sistemas nacionales de salud son públicos y universales, y que nosotros realmente somos un continente donde el Estado de Bienestar y la salud es uno de los grandes ejes de la UE. Por eso queremos seguir siendo los líderes mundiales en investigación, en enfermedades y en el cuidado de la salud.

“Para nosotros es muy importante asegurar el acceso a los medicamentos para toda Europa; que sea equitativo y universal”

Esta estrategia lo que también nos dará será un sistema normativo estable y sólido para la industria farmacéutica, que pretende tener una mejor contratación pública, procedimientos más ágiles para la aprobación de fármacos sin renunciar a la seguridad ni a la evidencia científica.

Como Europa está haciendo la transición de la era analógica a la era digital, esta estrategia también prevé la transformación digital y que el sector salud se beneficie de la informática, de la inteligencia artificial, para mejorar en la detección precoz y en los tratamientos innovadores. Y, por tanto, lo que pretende es tener una producción ‘made in Europe’ que nos permita ser autónomos en las provisiones. Es un gran reto, una gran oportunidad y en esta estrategia tenemos que trabajar todos juntos: Estado miembro, sector público, sector privado, industria, ciudadanos, científicos, profesionales y las instituciones europeas.

P. Otra gran estrategia que están llevando a cabo es el Plan Europeo contra el Cáncer. ¿Cómo está avanzando este ambicioso plan?

R. El Plan Europeo contra el Cáncer fue una iniciativa que lanzó el Partido Popular europeo en la campaña de las europeas el año pasado. Pusimos como una de las grandes prioridades para esta legislatura, sin saber que luego vendría la COVID-19, que fuera una legislatura de salud y que luchara contra el cáncer. Porque en Europa al año hay 3,5 millones de personas diagnosticadas por cáncer y 1,5 millones de europeos fallecen. Por tanto, es una de las primeras causas de muerte en Europa. Por eso nosotros ya lo pusimos en nuestro programa electoral, luego ganamos las elecciones en Europa, y Ursula von der Leyen en su debate de investidura puso como uno de los ejes la lucha contra el cáncer.

Este plan se va a presentar en enero de 2021, pero el Parlamento, durante la COVID-19, ya decidió en enero de 2020 crear una comisión contra el cáncer. Así, tenemos una comisión específica y especial para la lucha contra el cáncer. Ahora estamos haciendo ‘hearings’, a todos los expertos a nivel europeo en investigación, en detección precoz, pacientes, industria, médicos… En estos ‘hearings’ estamos hablando con todos.

Aunque la Comisión va a presentar el plan en enero, luego nuestras consideraciones del Parlamento saldrán en abril. Y luego el Plan Europeo contra el Cáncer definitivo será la suma del plan presentado por la Comisión y lo establecido por el Parlamento. Vamos muy avanzados. Yo me siento muy orgullosa de forma parte de este plan avanzado en la lucha contra el cáncer porque al final todos hemos vivido el cáncer de cerca.

Este plan aborda cuatro grandes ejes: la prevención, el arma más eficaz para luchar contra el cáncer; el diagnóstico precoz y el cribado; los tratamientos multidisciplinares, sobre todo los más innovadores, integrando cuidados de la salud física con la salud mental para los pacientes y los familiares, facilitando el acceso universal; y el apoyo social y económico a pacientes y familiares, sobre todo, durante en el tratamiento y post-tratamiento. No es lo mismo un paciente de cáncer que vive en Girona o que vive en Lleida, en unos lugares tiene más coste que en otro para los familiares (desplazamientos, etc.). También hay que ver todo este mapa holístico, no solo la parte sanitaria, sino las consecuencias sociales o económicas de la familia. Y los pacientes nos lo piden.

Nosotros cuando estuvimos en el Gobierno, aprobamos que en el caso del cáncer pediátrico uno de los padres pueda dedicarse al cuidado íntegro de su hijo sin dejar de cobrar su sueldo íntegro. Estas ayudas tan importantes es algo que también pretende el plan europeo. La parte sanitaria la tenemos clara pero la parte social también es muy importante y los pacientes nos lo están agradeciendo mucho. Es un gran avance hacia un mayor apoyo social no solo al paciente sino también a las familias.

P. Hace unos días 300 expertos firmaron un manifiesto pidiendo la creación de HispaNICE y, además, aseguran que puede aprovecharse el programa NextGenerationEU. ¿Qué le parece?

R. Yo pienso que ese es el camino, aunque se requiere una inversión grande para poder tener un inicio. Por ejemplo, Reino Unido, tiene este sistema de evaluación del sistema público que no solo evalúa medicamentos sino también tecnología, infraestructura, tratamientos, y lo que hace es evaluar esas iniciativas, esas tecnologías, esas estrategias y mira el resultado en salud que ha tenido para mejorar, para optimizar, para compartir… Por tanto, es muy importante.  Todo lo que no se evalúa se acaba por desvaluar.

“La creación de una agencia de evaluación a nivel europeo y también nacional mejoraría el propio SNS”

El NextGenerationEU es una muy buena oportunidad y además es un eje muy importante para fortalecer la resiliencia de los sistemas nacionales de salud, para crear empleo y riqueza. Esta resiliencia sería una gran oportunidad para que España caminara hacia la creación de una agencia española de evaluación de nuestro SNS para mejorar, optimizar y ser más rápidos en el tratamiento y la detección precoz, porque al final no dejan de ser datos que ayudan a tomar mejores decisiones y el que se beneficie sea al final el paciente. Y también sería un buen camino a nivel europeo.

Yo estoy convencida de que España es un gran país. Y es un gran país en salud. Nos lo demuestran nuestros grandes profesionales que tenemos en el sector sanitario, tanto en el público como en el privado. Y con una agencia de evaluación a nivel europeo y también a nivel nacional mejoraríamos el propio SNS.