Un reciente estudio titulado Análisis coste-beneficio del Programa Nacional de Inmunizaciones en España, liderado por el presidente de la Fundación Weber y catedrático de Economía de la Salud, Álvaro Hidalgo, junto a un grupo de expertos, ha arrojado luz sobre el gran impacto económico y social de la vacunación sistemática en España. Este análisis exhaustivo resalta los beneficios de un Programa Nacional de Inmunización (PNI) que se extiende a lo largo de toda la vida y la rentabilidad de incluir nuevas vacunas en el calendario oficial. Los resultados son claros: las vacunas son una inversión, ya que el estudio revela que cada euro destinado al Programa Nacional de Inmunizaciones (PNI) en España genera 4,58 euros de beneficio. Es decir, las vacunas no solo protegen la salud, sino que ahorran hasta 803 millones en costes al SNS.
El estudio tuvo como objetivo calcular la relación coste-beneficio (BCR) del PNI vigente en 2020 y compararla con un calendario ampliado que incluye vacunas adicionales. Se evaluó a través de un análisis detallado, abarcando tanto los beneficios económicos como los de salud a lo largo de la vida de una cohorte de 343.126 recién nacidos. Este enfoque se realizó desde una perspectiva social, teniendo en cuenta tanto los costes directos de las vacunas como los ahorros indirectos para la sociedad. “Es muy importante que la población se proteja de las enfermedades prevenibles a lo largo de toda su vida y de forma equitativa en todo el territorio nacional”, ha señalado Hidalgo, destacando la relevancia de mantener altos niveles de inmunización.
La inversión total necesaria para vacunar a la cohorte a lo largo de su vida, según el PNI de 2020 y el PNI ampliado, se estimó en 168,5 millones de euros y 275,5 millones de euros. Hasta la fecha, no existen estudios, ni en España ni en ningún otro lugar, que calculen la relación coste-beneficio (RCB) de todas las estrategias de vacunación incluidas en un PNI y que abarquen la perspectiva social. Esta puede ser una medida útil para informar a los responsables de la toma de decisiones sobre la eficiencia de las vacunas desde una perspectiva más amplia y sobre el valor de las futuras inversiones en vacunas.
Beneficios significativos por cada euro invertido
Los resultados del estudio son claros determinan claramente que el calendario de vacunación de 2020 proporciona una relación coste beneficio (BCR por sus siglas en inglés) de 4,58 euros, lo que significa que, por cada euro invertido en vacunas, se generan 4,58 € de retorno económico. Este beneficio se mantiene positivo incluso cuando se amplía el calendario con nuevas vacunas, aunque la BCR disminuye a 2,91 euros por euro invertido. Esta cifra más baja es producto de un análisis conservador, en el que algunas de las nuevas vacunas no disponen de ratios coste-beneficio específicos, lo que llevó a asumir que su beneficio económico podría ser cero. El autor del estudio ha explicado que “el análisis indica que por cada euro invertido se consigue un beneficio de 4,58 euros desde una perspectiva social. De la misma forma, y tras incluir nuevas vacunas, se obtiene una ratio de 2,91 euros, pero es probable que este cálculo esté subestimado”, añade Hidalgo.
La inclusión de vacunas en el PNI no solo protege a la población de enfermedades graves, sino que también previene muertes y hospitalizaciones, reduciendo las cargas económicas sobre el sistema de salud y la sociedad en general. Este argumento se refuerza al considerar el impacto económico de enfermedades prevenibles que anteriormente causaban una alta mortalidad y morbilidad. “Muchas de estas enfermedades, que son prevenibles, causaban grandes comorbilidades incapacitantes y tenían una gran mortalidad. Afortunadamente, con los calendarios de vacunación se ha logrado erradicar algunas y reducir la incidencia de otras”, ha destacado Hidalgo.
Vacunas, inversión en salud
La inmunización es una parte crucial de la atención primaria de salud, ya que previene enfermedades potencialmente mortales y promueve vidas más largas y saludables. Las altas tasas de vacunación han ayudado a reducir muchas enfermedades infecciosas, entre ellas la difteria, la poliomielitis y la rubéola. Según la Organización Mundial de la Salud, la vacunación es “una de las mejores inversiones en salud que el dinero puede comprar”.
La reciente pandemia de la enfermedad por coronavirus, la Covid-19 puso de relieve la importancia de las vacunas más allá de proteger a las personas vacunadas. La vacunación protegió a los grupos más vulnerables con inmunidad reducida, por ejemplo, los recién nacidos, los adultos mayores y las poblaciones de alto riesgo, y ayudó a que la actividad social y económica se reanudara con normalidad. Esta mayor conciencia de los amplios beneficios sanitarios y económicos de la vacunación puede llevar a que se introduzcan nuevas vacunas en los Programas Nacionales de Inmunización (PNI), especialmente si se tienen en cuenta la carga de enfermedad y los costos indirectos que se evitan para la sociedad.
En este contexto, el objetivo de este análisis ha sido evaluar la relación Beneficio-Coste (BCR), considerando tanto los beneficios económicos como los sanitarios, de administrar las vacunas recomendadas en el PNI español utilizado en 2020 (incluida la vacuna contra el herpes zóster (HZ) recomendada en marzo de 2021 para personas de 65 años), a lo largo de la vida, a toda la población española nacida en 2020. Además, se evaluó la BCR de un PNI ampliado; con cuatro programas de vacunación adicionales que potencialmente podrían añadirse en un futuro próximo , es decir, añadir la vacunación contra el rotavirus y el meningococo B en lactantes, un refuerzo de la tos ferina en adultos mayores de 65 años y aquellos en contacto estrecho con lactantes, y la vacunación contra el HZ para todos los adultos mayores de 50 años.
Ampliar el calendario de vacunación: ¿una opción rentable?
El estudio comparó el PNI de 2020 con un calendario más amplio que añade vacunas contra el rotavirus y el meningococo B para lactantes, además de refuerzos contra la tos ferina para adultos mayores y la vacuna del herpes zóster para adultos mayores de 50 años. La inversión necesaria para implementar el calendario de 2020 se estimó en 168,5 millones de euros, mientras que el calendario ampliado requeriría 275,5 millones. Aun así, el retorno económico se mantiene sólido. Los beneficios potenciales ascienden a 772,2 millones y 803,0 millones de euros para el calendario de 2020 y el ampliado, respectivamente. “Esto demuestra que los programas de vacunación no solo protegen la salud, sino que también tienen un impacto económico positivo”, ha enfatizado el experto.
Además, se resaltó que incluso en los escenarios donde los beneficios fueron estimados conservadoramente, el retorno sigue siendo favorable. Hidalgo ha explicado que, al incluir las nuevas enfermedades prevenibles, se podrían mejorar aún más las ratios de coste-beneficio si se disponen de datos más completos en el futuro.
Es el caso de las vacunas de la gripe y la Covid-19, están incluidas en el plan de inmunización nacional actualmente al igual que la de la enfermedad neumocócica y la del Herpes Zóster en adultos. “En el subanálisis podemos comprobar como los adultos tienen una ratio coste-beneficio de 1,44 euros, lo que indica que retornan 1,44 euros euros por cada euro invertido”, explica Hidalgo. “Invertir en la prevención de enfermedades en los pacientes mayores de 60 años es eficiente, produciendo beneficios tanto económicos como sanitarios”, añade.
Esto respalda la inversión en inmunizaciones para la tercera edad como una medida eficiente tanto en términos de salud como de ahorro económico. Las vacunas contra la gripe, el herpes zóster y la enfermedad neumocócica son ejemplos clave de cómo las estrategias de vacunación para adultos pueden beneficiar a la sociedad.
Respecto a la inclusión de la vacuna del Covid-19 en futuros análisis, el catedrático puntualizó: “Cuando realizamos el análisis, la vacuna de la Covid-19 no estaba en el calendario oficial. Sin embargo, con la evidencia disponible ahora, recomendamos considerarla en estudios futuros”.
Costes y equidad en la vacunación
El costo de inmunizar a una persona sana durante toda su vida fue otro punto destacado. El informe determina que el coste para una mujer se estima en 1.248 euros, y para un hombre, en 1.047 euros, según el calendario de 2020. Esto representa un aumento significativo en comparación con un estudio previo que calculaba estos costes en 726 euros y 626 euros, respectivamente, utilizando precios más antiguos. Sin embargo, con la inclusión de la vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH) en hombres, las diferencias de coste entre sexos desaparecerían.
La equidad en la cobertura y la importancia de asegurar que todas las personas tengan acceso a la inmunización es una prioridad para los responsables de políticas sanitarias. El análisis muestra que ajustar las tasas de cobertura de vacunación podría aumentar el retorno económico y de salud de estas estrategias. “Es crucial que los programas de inmunización sigan siendo una prioridad, no solo desde una perspectiva de salud pública, sino también como una inversión que compensa económicamente”, reitera Hidalgo.
“Los resultados refuerzan a la vacunación a lo largo de la vida como una medida preventiva de Salud Pública eficiente, con beneficios que compensan la inversión necesaria, y cuya eficiencia se mantiene con la inclusión de nuevas vacunas”, subraya el experto.
La inversión necesaria para vacunar a la cohorte nacida en España en 2020 a lo largo de la vida se estimó en 168,5 millones de euros con el PNI 2020. La mayor parte de esta inversión (83,8%) se destinó a vacunaciones pediátricas, seguidas de las vacunaciones de adultos (9,6%) y prenatales (6,6%). Las vacunas pediátricas contra la enfermedad neumocócica representaron la mayor parte de la inversión (30,4%). Los costos de administración de vacunas ascendieron a 18,3 millones de euros (10,9%) de la inversión total.
La inversión en el PNI ampliado ascendió a 275,5 millones de euros, de los cuales los costes de administración de la vacuna ascendieron a 19,3 millones de euros, un 7%. La proporción de la inversión asignada a cada grupo de edad se mantuvo similar (es decir, 87,4% pediátrico, 8,5% adulto y 4,1% prenatal) con la mayor inversión en vacunaciones pediátricas (por ejemplo, MenB 24,2%), a pesar de la ampliación de las vacunaciones para adultos.
Beneficios para la salud pediátrica
En cuanto a los beneficios para la salud de la vacunación pediátrica, el PNI de 2020 previno, a corto plazo, 52.054 casos de enfermedad neumocócica en 2 años, 847 casos de Haemophilus influenzae b (88,6%), meningococo ACWY (8,9%) y meningococo C (2,6%) en 5 años, y 269.167 casos de tos ferina (90,9%), difteria (9,1%) y tétanos (0,005%) en 15 años. En un período de 40 años a toda la vida, prevendría 1.215.742 casos de varicela (30,8%), sarampión (27,1%), paperas (16,6%), rubéola (13,3%) y diferentes cánceres relacionados con el virus del papiloma humano (12,2%) . La vacunación de adultos previno hasta 24.262 casos de HZ (52,0%), enfermedad neumocócica (24,3%) y gripe (23,7%) durante el resto de la vida.
Las muertes evitadas con el PNI pediátrico de 2020 ascendieron a 9 en 5 años, 2.557 en 15 años y más de 6.277 en 30 años. Entre los adultos, se evitaron 455 muertes por enfermedad neumocócica en 5 años.
Además, con la ampliación del PNI, se evitarían 176.079 casos de rotavirus en 5 años y 182 muertes en 30 años. Por último, la reducción de la edad de vacunación de la cohorte HZ evitó 5.031 casos adicionales en 30 años y dos muertes a lo largo de la vida, y se evitaron 569 casos de tos ferina en 30 años.
Un modelo eficiente de prevención
El estudio concluye que el PNI español es una herramienta de salud pública altamente eficiente, cuyos beneficios superan con creces la inversión necesaria. A medida que se consideran nuevas vacunas y se amplía el calendario, la eficiencia económica de la inmunización se mantiene, demostrando que esta estrategia es esencial para proteger la salud y el bienestar económico de la sociedad. “Estos resultados refuerzan la vacunación a lo largo de la vida como una medida preventiva eficiente. Los beneficios no son solo sanitarios, sino también económicos, y se mantienen incluso con la inclusión de nuevas vacunas”, asegura Hidalgo.
La evidencia presentada en este estudio será clave para informar las futuras decisiones sobre el calendario vacunal en España, subrayando la importancia de invertir en programas de inmunización que protejan a las generaciones presentes y futuras.
Es muy importante que la población se proteja de las enfermedades prevenibles a lo largo de toda su vida y de forma equitativa a lo largo del territorio nacional. Cabe destacar que muchas de las enfermedades, que son prevenibles, causaban grandes comorbilidades altamente incapacitantes y tenían asociada una gran mortalidad. Afortunadamente, a través de los calendarios de vacunación a lo largo de toda la vida, se ha conseguido erradicar algunas de las enfermedades en el territorio nacional y reducir la incidencia de otras. El estudio realizado de todo el plan nacional de inmunización indica que independientemente del impacto económico de cada estrategia, el plan nacional de inmunización es eficiente, con beneficios que compensan la inversión necesaria.
Como estudio complementario, el estudio extrajo los casos y muertes evitadas de los estudios publicados que presentaban datos de BCR, y se calcularon tasas anualizadas para permitir el recuento de casos. Los casos y muertes evitadas se incluyeron utilizando el horizonte temporal del estudio de referencia. Para las enfermedades y vacunas en las que se aplica la inmunidad de grupo, se incluyeron los casos y muertes evitadas adicionales. Cuando la cobertura española fue inferior a la inmunidad de grupo/cobertura recomendada, solo se calcularon los casos y muertes evitadas en la población vacunada. Cuando la cobertura española fue superior a la inmunidad de grupo/cobertura recomendada, los casos y muertes evitadas se calcularon para toda la población vacunada y no vacunada.
El PNI en España
El calendario común de vacunaciones e inmunizaciones a lo largo de toda la vida recomendado en 2024 incluye vacunas destinadas a la infancia y a la adolescencia como a adultos y adultos mayores.
El calendario de vacunación infantil y adolescente arranca desde el momento en que un recién nacido llega al mundo, con la vacuna contra la hepatitis B administrada al nacer. A los 2, 4 y 11 meses, los bebés reciben una serie de inmunizaciones esenciales, que incluyen la vacuna combinada contra la difteria, tétanos y tos ferina acelular (DTaP), poliomielitis (IPV), hepatitis B (HB), Haemophilus influenzae tipo b (Hib) y la vacuna antineumocócica conjugada (PCV). Los lactantes también se benefician de la vacuna contra el rotavirus, administrada en dos o tres dosis dependiendo de la marca utilizada.
Al cumplir un año, los niños son inmunizados contra el sarampión, rubéola y paperas con la vacuna triple vírica (MMR), y también contra la varicela (VZV). A los 15 meses se refuerza la protección contra el meningococo ACWY, una de las enfermedades meningocócicas más peligrosas.
En la etapa preescolar, a los 3-4 años, se administra un refuerzo de la vacuna DTaP y poliomielitis, y a los 6 años, se aplica nuevamente para asegurar una protección prolongada. En la adolescencia, a los 12 años, se inicia la vacunación contra el virus del papiloma humano (VPH) en dos dosis, recomendada tanto para niñas como para niños, y se administra un refuerzo adicional contra el meningococo ACWY.
Pero la vacunación no termina en la juventud. El calendario para adultos incluye refuerzos periódicos contra la difteria y el tétanos (dT) cada 10 años, y a partir de los 65 años, se pone énfasis en prevenir enfermedades como la gripe y el Herpes Zóster. La vacuna contra la gripe se recomienda anualmente, mientras que la vacuna antineumocócica (PPSV23) y la vacuna contra el herpes zóster se administran en una sola dosis a partir de los 65 años para reforzar la inmunidad frente a estas infecciones.
De manera destacada, el calendario introduce la recomendación de vacunar contra el herpes zóster a partir de los 50 años, brindando una protección anticipada a medida que aumenta el riesgo de complicaciones.
El Ministerio de Sanidad ha subrayado que este esquema no solo asegura la salud individual de los ciudadanos, sino que también protege la salud pública al prevenir la propagación de enfermedades infecciosas. Con un enfoque en la equidad y la prevención a lo largo de la vida, el calendario nacional es un recordatorio de la importancia de la vacunación como un escudo esencial para el bienestar de la sociedad.
Vacunación gripe Covid-24
A fecha de noviembre de 2024, las tasas de vacunación en España para la gripe y la Covid-19 reflejan una fuerte apuesta por la inmunización preventiva, especialmente entre los grupos más vulnerables. Para la temporada 2024-2025, la vacunación antigripal es sistemática para personas de 60 años o más, así como para la población infantil de 6 a 59 meses. Además, el personal de educación infantil y los docentes de menores de 5 años también se incluyen como grupo diana para la vacuna antigripal.
En cuanto a la vacunación contra la Covid-19, las autoridades han actualizado las recomendaciones considerando la aparición de nuevas subvariantes con alta transmisibilidad. Se prioriza la inmunización de personas de 60 años o más y aquellas con condiciones de riesgo. Se observa que la combinación de las campañas de vacunación para gripe y COVID-19 busca facilitar el acceso a ambas vacunas y optimizar los esfuerzos de salud pública.