El Comité Especial de Lucha contra el cáncer dio sus primeros pasos en septiembre de 2020, en el contexto de una pandemia mundial. Sin embargo, sus planes para combatir esta enfermedad se han puesto en marcha de manera exitosa, implicando a todos los Estados miembro para conseguir los objetivos marcados por Europa. A pesar de ello, no todos avanzan al mismo ritmo y algunos países de la UE se han quedado atrás.

Hace tanto solo un año que el Comité Especial de Lucha contra el Cáncer (BECA) echó a andar. Supuso todo un “reto” para el Parlamento Europeo, según expresa el presidente del Comité, Bartosz Arłukowicz, pues emprendió su camino en un contexto de pandemia mundial. Sin embargo, tiene ambiciosos planes y proyectos ya en marcha, como el Plan Europeo contra el Cáncer, presentado hace ocho meses por la comisaria de Salud y Seguridad Alimentaria, Stella Kyriakides, o el informe relativo al fortalecimiento de Europa en la lucha contra el cáncer, presentado en julio por la eurodiputada Véronique Trillet-Lenoir, del Grupo Renew.

En el mes de septiembre de 2021, con motivo del aniversario del BECA, se ha llevado a cabo una Comisión interparlamentaria que ha acogido a los representantes de los distintos Estados miembro para debatir sobre cómo se puede mejorar la lucha contra el cáncer a nivel regional y nacional. Entre los temas que se han tratado en el encuentro destacan la necesidad de aumentar las capacidades de la Unión Europea (UE), incrementar el presupuesto destinado a cáncer o acabar con las desigualdades entre países.

Aumentar las capacidades de la UE

“La COVID-19 ha demostrado que se han conseguido los objetivos marcados rápidamente si los países y la UE se unen. Ahora, el nuevo objetivo ahora es vencer al cáncer”. Así lo señala Maria Deguara, del Parlamento de Malta.

En representación española, Margarita de la Pisa, eurodiputada por Vox, pone de relieve que este proyecto europeo contra el cáncer será un gran logro si se consigue la colaboración de los 27. “Debemos empujar en la misma dirección”, insta. Así, considera que se deberían dar pasos hacia delante en áreas como la investigación, el tratamiento o los cuidados, el diagnóstico precoz y la prevención.

“La UE tiene que poder responder a lo que piden los Estados”, asevera Michele Rivasi, de los Verdes. Y en ello coincide Peter Liese, del Partido Popular Europeo, quien recuerda que, aunque la UE únicamente puede hacer recomendaciones, también tiene una responsabilidad: “Tenemos una legislación basada en el artículo 158 del Tratado que se centra en la salud”. Así, el PPE identifica una serie de prioridades: investigación transfronteriza, protección de datos o ensayos clínicos. Además, el eurodiputado incide en la necesidad de cooperación europea en los casos de los cánceres raros o infantiles. En este punto, Wieke Paulusma, de Países Bajos, asegura que el cáncer no conoce fronteras, por lo que los tratamientos y la investigación tampoco deberían hacerlo.

Mara Lapia, eurodiputada italiana, incide en que cada Estado miembro tiene una “tendencia diferente”, por lo que ve necesario “aumentar las competencias de la UE para que dentro de cada Estado se garantice una buena lucha contra el cáncer y tratamientos y terapias adecuados y accesibles para todos”.

“La lucha contra el cáncer será un reto importante en los próximos años porque puede pasar a ser la primera causa de mortalidad europea. La coordinación entre estructuras es necesaria para que no haya gastos. Todos los estados deberían tener un plan nacional contra el cáncer”, expresa Pascale Gruny, del Senado francés.

Acabar con las desigualdades

Respecto a las grandes desigualdades entre los Estados miembro o incluso dentro de los propios países, Ivars Ijabs, del Parlamento de Letonia, entiende que existan porque “la atención sanitaria es competencia nacional”. Sin embargo, apunta que la crisis de la COVID-19 nos ha enseñado que necesitamos un enfoque europeo para abordar estas cuestiones. “Y para ello, necesitamos fondos”, añade.

Asimismo, Ijabs pide normas comunes y directrices conjuntas para mejorar la calidad de la detección. Y los centros nacionales de registros van a tener un “verdadero valor añadido a nivel de la UE”, porque pueden servir como punto de partida.

Aquí entra el juego el papel de los datos. József Kovács, del Parlamento húngaro, considera que compartir más experiencias y conocimientos es la única manera de tener éxito. De hecho, señala, Hungría ha lanzado un programa sobre formación para divulgar conocimientos clínicos que lleguen a los profesionales del ámbito de la oncología. En este sentido, Konstantinos Blouchos, del Parlamento griego, resalta la importancia de que el conocimiento científico se pueda intercambiar y se aprovechen las posibilidades de la tecnología. Birgitta Sacrédeus, de Suecia, agrega que esto es gracias a la digitalización y propone unificar todo el conocimiento en un solo centro de conocimiento europeo.

Malgorzata Bogusz, de Polonia, insiste en invertir en la prevención, las terapias y la detección precoz, pues advierte de una desproporción en el acceso a terapias entre países. “Todos los ciudadanos merecen que un diagnóstico de cáncer no sea una sentencia de muerte”, indica. Por ello, es partidaria de asignar más recursos para tratar a los más jóvenes y financiar las vacunas que “van a permitir reducir los cánceres provocados por infecciones virales”. Savia Orphanidou, de Chipre, también menciona la trascendencia de disponer de una dotación suficiente en personal y capital para “luchar de forma integral y conjunta contra el cáncer”.

En el caso de Eslovenia, el cáncer representa una “enorme carga para la sanidad pública”. Así lo destaca Iva Dimic, quien define el cáncer como la “epidemia de la era moderna”. En su país, se aprobó un plan de gestión de cáncer en 2010 y, actualmente, están preparando una nueva versión para que se amplíe hasta el 2026. “El objetivo es reducir la incidencia del cáncer, mejorar las tasas de supervivencia y que haya tratamiento paliativo y de rehabilitación adecuada. A partir de 2026, la prevención primaria será el objetivo principal, porque puede ayudar a prevenir el 40 por ciento de cánceres, y hacer hincapié en campañas de concienciación sobre el impacto negativo del tabaco”, explica.

Entre los países más rezagados de la UE en cuanto a la aplicación del Plan Europeo contra el Cáncer, destaca Croacia. Renata Sabljar lamenta que en su país exista mucha exposición a elementos perjudiciales. Asimismo, no tienen buenos programas de detección, el diagnóstico es siempre tardío, no hay buena radioterapia, no disponden de equipo “caro y sofisticado”, no hay un buen control de calidad y no se invierte lo suficiente todos estos aspectos, apunta la parlamentaria. Por ello, pide un aumento de financiación en el marco de EU4Health y señala que tiene grandes esperanzas puestas en la red de referencia europea que “puede facilitar el acceso al tratamiento”.

Mariolina Castellone, del Senado italiano, resume las necesidades de Europa en tres:

  1. La necesidad de un registro común: “Es crucial que haya un plan de detección común para todas las regiones”.
  2. Que todos tengan derecho a tratamiento: “Con la vacuna COVID-19, Europa ha negociado por primera vez un precio conjuntamente. Con el cáncer deberíamos hacer lo mismo”.
  3. Investigación: “Hay que pedir a todos los países que destinen el mismo dinero a la investigación para luchar contra el cáncer”.

INICIATIVAS EUROPEAS

1. Plan Europeo contra el Cáncer

El Plan Europeo contra el Cáncer es uno de los pilares sobre los que se asienta el BECA. La Comisión Europea presentó este plan en febrero de 2021. “Es una prioridad, pues la pandemia ha afectado al cáncer”, ha destacado Stella Kyriakides. Y es que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el acceso al tratamiento y diagnóstico en cáncer en más de 50 países del mundo se ha visto muy perjudicado por la COVID-19.

Sin embargo, afirma Kyriakides, la pandemia nos ha recordado “el poder de la cooperación y luchar juntos en pos de la salud”. Por ello, en el ámbito del cáncer, aboga por una coordinación para ayudar a los grupos más vulnerables y unos planes de contingencia para poder seguir con la atención sanitaria en crisis futuras.

La comisaria destaca la importancia de que se aplique el Plan Europeo contra el Cáncer de forma ágil. Y, como todo plan necesita una financiación, se dotó con 4.000 millones de euros las distintas actuaciones de lucha contra el cáncer. Además, “para que los objetivos de investigación coincidan con objetivos políticos”, se han asignado otros 2.000 millones de euros para financiar la investigación en cáncer y apoyar el Plan.

“La aplicación de este plan va a contribuir a que estemos más preparados en materia de salud”, asegura Kyriakides. Y es que la puesta en marcha del plan servirá para: prestar más atención a las iniciativas en cáncer, entre ellas, actualizar el código europeo contra el cáncer y fomentar un estilo de vida saludable para todos; mejorar los programas de screening (ya hay programas de diagnóstico para cáncer de cuello de útero, cáncer de mama o cáncer de colon), que deben seguir unas directrices concretas para que sean eficaces y accesibles a todos ciudadanos de la UE; y mejorar el acceso igual a los tratamientos contra el cáncer.

Según el vicepresidente de la Comisión Europea, Margaritis Schinas, la iniciativa parte de tres premisas: igualdad y equidad, innovación y compromiso. Y, bajo un punto de partida bien definido, el Plan avanza centrándose en cuatro ámbitos de acción claves:

  • Prevención: mediante acciones que abordan los principales factores de riesgo, como el tabaco (con el objetivo de garantizar que, de aquí a 2040, menos de un 5 por ciento de la población consuma tabaco); el consumo nocivo de alcohol; la contaminación medioambiental y las sustancias peligrosas. Para prevenir los cánceres causados por infecciones, el objetivo del Plan contra el Cáncer es vacunar, de aquí a 2030, al menos al 90 por ciento de la población diana de niñas de la UE y aumentar significativamente la vacunación de los niños.
  • Detección precoz: mediante la mejora del acceso, la calidad y el diagnóstico, y el apoyo a los Estados miembro para garantizar que, de aquí a 2025, se propongan cribados al 90 por ciento de la población de la UE que cumpla los requisitos para el cribado del cáncer de mama, colorrectal y de cuello del útero. Así, se presentará un nuevo Plan para el Cribado del Cáncer, que contará con el apoyo de la UE.
  • Diagnóstico y tratamiento: a través de acciones que garanticen una atención del cáncer mejor integrada y más completa y aborden la desigualdad en el acceso a una atención sanitaria de calidad y a los medicamentos. Para 2030, el 90 por ciento de los pacientes admisibles debería tener acceso a los Centros Nacionales Integrados contra el Cáncer, conectados a través de una nueva red de la UE. Además, de aquí a finales de 2021 se pondrá en marcha la iniciativa “Diagnóstico y Tratamiento del Cáncer para Todos”, para ayudar a mejorar el acceso a diagnósticos y tratamientos innovadores contra el cáncer, y una Iniciativa Europea para Comprender el Cáncer, para ayudar a identificar a las personas con alto riesgo de padecer cánceres comunes.
  • Mejora de la calidad de vida de pacientes y supervivientes: atendiendo a la rehabilitación, la posible reaparición de tumores, las metástasis y las medidas de apoyo a la integración social y la reintegración en el lugar de trabajo.

2. Informe sobre el fortalecimiento de Europa

Como complemento al Plan contra el Cáncer, Véronique Trillet-Lenoir ha presentado un proyecto de informe que consta de 128 propuestas dirigidas hacia una estrategia integral y coordinada para hacer frente al cáncer.

El BECA ha elaborado dicho informe considerando las necesidades cruciales de los pacientes oncológicos que requieren tratamientos eficientes e innovadores, las expectativas de los 12 millones de supervivientes de cáncer que se enfrentan al regreso a una “vida normal” o la preocupación de los gobiernos que deben hacer frente a una creciente carga económica debida al cáncer y sus tratamientos relacionados. El informe ha recibido un total de 500 enmiendas y se trabajará en ellas hasta el 6 de diciembre.

Estos son los principales ámbitos de acción en los que incidirá:

  • Prevención: trabajar sobre determinantes individuales, sociales o medioambientales, que permitirán evitar el 40% de la incidencia del cáncer. También incide en reforzar el código de lucha contra el cáncer y las legislaciones para cambiar esto, además de apoyar una generación sin tabaco para 2040.
  • Detección: “La detección del cáncer es muy desigual en todos los países, por lo que hay que aunar metodologías apoyando las innovaciones, crear estructuras nacionales y realizar jornadas de sensibilización”, señala  Trillet-Lenoir. También es necesario mejorar la detección de algunos cánceres, como el de colon o de cuello uterino, y mejorar la atención transfronteriza. Asimismo, es importante que existan centros de referencia con criterios definidos. La intención es reforzar y armonizar los programas nacionales de lucha contra el cáncer.
  • Acceso a medicamentos: “El plan nos da la ocasión de anunciar lo que llamamos el círculo virtuoso de acceso a los medicamentos”, afirma la eurodiputada. En este sentido, debe haber acciones conjuntas, siendo muy importante la evaluación conjunta de las tecnologías médicas. En cuanto a la negociación de los precios, la eurodiputada considera que debería estar en relación con las compras conjuntas. “Hemos priorizado los medicamentos de lucha contra el cáncer; el HERA, creado en un contexto de crisis infecciosa, debería centrarse en el desarrollo de nuevos tratamientos contra el cáncer”, declara.
  • Apoyo a los pacientes y personas que los atienden: “Queremos mejorar la vida de los pacientes y sus familiares, fomentar la calidad de vida, la reinserción en el puesto de trabajo y la formación sanitaria”, enumera Trillet-Lenoir. El informe tendrá un capítulo dedicado a niños y adolescentes, por lo que ha aprovechado para pedir que se revise la legislación de medicamentos pediátricos.

Así, para llevar a cabo todos estos planteamientos, la ponente del informe desarrolla una serie de medios de acción: cooperar con Horizonte Europa, utilizar la Inteligencia Artificial (IA), financiar la investigación en cáncer y aumentar un 20% las innovaciones terapéuticas, crear centros públicos europeos, contar con las organizaciones de pacientes, tener en cuenta los cánceres raros, reforzar las redes europeas de referencia, compartir datos de los registros nacionales de cáncer, crear una nube europea de cáncer, formar a los profesionales sanitarios para luchar contra las desigualdades en cáncer o crear un instituto virtual europeo.

2.1 Nube europea de cáncer

Compartir los conocimientos y hallazgos de los expertos es crucial para tratar cánceres raros o de difícil curación. Y Trillet-Lenoir considera que es posible este intercambio de información gracias a la Red Europea de Referencia y los registros de cáncer.

La eurodiputada ve necesario que haya uno de estos registros por cada región europea y que se contribuya con los Estados miembro para abordar las desigualdades, algo que ya propuso la Comisión Europea. “Esto es fundamental para entender mejor los factores que determinan los cánceres y para tener una mejor medicina de precisión”, apunta Trillet-Lenoir. De esta manera, propone una nube europea del cáncer (European Cancer Cloud) y un espacio de datos que integre dichos registros, además de programas de formación destinados a los profesionales sanitarios.

2.2 Instituto virtual europeo del cáncer

Otra de las vías de acción para tener éxito en el Plan contra el Cáncer, según Véronique Trillet-Lenoir, es la creación de un Instituto virtual europeo del cáncer dotado de tres misiones u objetivos:

  1. Coordinación entre los 27 programas de lucha contra el cáncer, a través de una red de estructuras nacionales, los centros de detección, la red europea contra el cáncer y los registros nacionales.
  2. Elaboración de recomendaciones, como en cuestiones de alimentación o programas de formación.
  3. Acogida de los centros de conocimiento sobre el cáncer, cuestiones de prevención y otros.

Reacción de la industria

La Efpia, patronal de la industria europea, recibe agradecida este proyecto de informe. “Acogemos con satisfacción los llamamientos del Comité a los Estados miembros y a la Comisión Europea para que apliquen medidas de prevención eficaces y reduzcan las desigualdades en toda la UE”, señalan desde la Plataforma de Oncología de la Epfia.

Además, creen que se deberían tomar acciones concretas en cuatro direcciones: medir el progreso utilizando un marco de indicadores para realizar un seguimiento del progreso en la mejora de la atención del cáncer entre los Estados miembro; liberar el potencial de los datos y lo digital para mejorar la atención del cáncer; optimizar el uso de la medicina personalizada en Europa, aumentando la colaboración en varias áreas, incluida la infraestructura y la interoperabilidad, para mejorar el acceso a las pruebas de biomarcadores; y mejorar la agilidad de los procesos, como el de I +D y la autorización de comercialización, para así hacer un uso óptimo de los recursos existentes.