En el año 2030 la población global con diabetes tipo 2 (DM2) aumentará en un 25 por ciento respecto a la de 2019, según un estudio publicado en ‘The British Medical Journal’ (que analiza la evolución durante las tres últimas décadas, de 1990 a 2019). Ver figura 1.
Una cifra que podría alcanzar el 51 por ciento en 2045. El incremento de la prevalencia de la DM2 se debe a diversos factores, entre los cuales se encuentran el envejecimiento de la población, el incremento del sedentarismo y el aumento en la esperanza de vida en estas personas gracias a una mejor atención sanitaria. Un cóctel que se traduce en una mayor carga para el Sistema Nacional de Salud (SNS).
Europa, un continente a vigilar
En comparación con Europa, y según los datos del Atlas de la Diabetes de la Federación Internacional de Diabetes (IDF), España tiene un gasto medio anual de 2.817 euros por cada persona que padece diabetes. Se trata de una cifra menor a la del resto del Viejo Continente, pero supone un incremento del 11,7 por ciento desde 2019, año en el que el gasto por persona era de 2.485 euros, con un aumento del 42 por ciento de los pacientes diabéticos en los últimos cuatro años. El número de personas con la enfermedad ha pasado de cerca de cuatro millones a rondar los seis millones. Y la perspectiva para 2025 es de nueve millones de afectados.
Las causas del aumento de diabéticos, según Carlos Miranda Fernández-Santos, responsable Área Cardiovascular y Diabetes de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), hay que buscarlas “en los malos hábitos de vida con el consiguiente aumento del sobrepeso y la obesidad, la falta de ejercicio físico y la falta de adherencia a los tratamientos farmacológicos”. Por otra parte, añade, “se llega tarde al diagnóstico y cuando se hace, en muchas ocasiones la enfermedad está avanzada y han aparecido las complicaciones. No es inhabitual que se detecte tras un ingreso hospitalario por un infarto de miocardio o cualquier otro proceso. Por tanto, mejorar el diagnóstico precoz es esencial para la reducción de costes”. Ver figura 2.
Según el informe el Atlas de la Diabetes de la Federación Internacional de Diabetes en otros países europeos el panorama no es más alentador. Por ejemplo, con menos casos que España el gasto es superior tanto en Reino Unido (5.493 euros) como en Francia (5.400 euros). Y en ambos las cifras también han empeorado con respecto a 2019: el coste ha aumentado un 10,3 por ciento y un 15,6 por ciento, respectivamente.
Alcanzar la equidad nacional
Ante esta situación, uno de los grandes retos que se plantean en España los expertos es cómo reducir esos números para contribuir a la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud (SNS).
Teniendo en cuenta que de los 5.809 millones de euros que se destinan a quienes padecen DM2, 2.143 millones se deben a las complicaciones derivadas de la enfermedad. Juan Francisco Perán, presidente de la Federación Española de Diabetes (FEDE), apunta que “es capital concienciar a las administraciones públicas y a las consejerías de salud de la importancia que tiene la educación diabetológica. Además de reivindicar la figura del enfermero experto en educación e información diabetológica en atención primaria, al igual que existe ya a nivel hospitalario”.
Según Perán, “urge terminar con la inequidad que se deriva de la existencia de 17 sistemas sanitarios diferentes”. El presidente de FEDE, apunta que “hay notables diferencias en cuanto a los accesos a los avances tecnológicos entre comunidades autónomas. Por ejemplo, actualmente conseguimos que se financiaran los sistemas de monitorización para los pacientes tipo 2 insulinizados, pero sólo se está llevando a cabo en Murcia, País Vasco y Andalucía”.
El beneficio de un control estricto
El informe ‘Valor social de un control estricto y temprano de la diabetes tipo 2 en España’, realizado por la consultora Weber, cuyo objetivo es estimar la diferencia entre el impacto económico generado por un control estricto de la enfermedad frente a un control no estricto cinco años después del diagnóstico, arroja luz sobre el escenario actual.
Concluye que el control temprano de la DM2 podría generar un ahorro de hasta 185 millones de euros durante ese periodo de tiempo, lo que supondría una reducción del 8,7 por ciento del coste total generado por la DM2. Una cifra que se puede desglosar entre hospitalizaciones (65,7 millones); mejora de la calidad de vida (56,2 millones); productividad laboral por reducción de la mortalidad (41 millones) y ahorro por la disminución de complicaciones (22,2 millones).
En el estudio —que cuenta con el aval científico de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN); de la Sociedad Española de Diabetes (SED) y de la Federación Española de Diabetes (FEDE)— también se aborda el impacto económico concreto por paciente. Especifica que vigilar rigurosamente la DM2 generaría un valor social positivo durante los primeros cinco años tras el diagnóstico de 2.649 euros por persona, desglosado en 318 euros por reducción del impacto de las complicaciones, 940 euros por disminución de hospitalizaciones, 805 euros gracias a una mejora de la calidad de vida, y 586 euros en productividad laboral por reducción de la mortalidad.
El valor social
Conforme al informe ‘Valor social de un control estricto y temprano de la diabetes tipo 2 en España’, en España existen aproximadamente 74.985 casos nuevos anuales con control estricto y 69.888 con control no estricto. A pesar de que el grupo con control estricto cuenta con mayor población, el coste total que genera es menor (1.010 millones de euros) que el del control no estricto (1.127 millones de euros). La diferencia entre ambos grupos es, por tanto, de 116 millones de euros.
La publicación señala que las hospitalizaciones representarían el área con mayor valor social absoluto, con 65,7 millones de euros, que representarían una reducción del 18,9 por ciento del coste total de dicha área. En segundo lugar, se situaría la mejora de la calidad de vida, con un valor social de 56,2 millones de euros, aunque solamente supondría un 4,6 por ciento del coste total de esta área (al ser una de las áreas con mayor coste asociado).
El valor social vinculado a la reducción de la mortalidad ascendería a 41 millones de euros, es decir, un 10,6 por ciento sobre su coste total. Finalmente, la disminución de las complicaciones debido a la DM2 generaría un valor social de 22,2 millones de euros, es decir, el 12,9 por ciento del coste total de dicha área. Ver figura 3.
El coste por persona que mantiene un control estricto en los 5 años tras el diagnóstico sigue siendo menor que el de un paciente con control no estricto en el marco de la variación de los datos del análisis de sensibilidad. Los resultados indican que el valor social potencial al mantener un control estricto frente a un control no estricto podría oscilar entre los 1.309 euros y los 6.852 euros por paciente, que se traduce en un intervalo de entre 92 y 479 millones de euros en España.
El papel crucial del médico de familia
Para Carlos Miranda Fernández-Santos, responsable Área Cardiovascular y Diabetes de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), las medidas de contención que están en manos de los médicos de familia pasan por “el diagnóstico y abordaje farmacológico precoces con fármacos que hayan demostrado eficacia y ausencia de complicaciones como las hipoglucemias, que son causa de ingresos hospitalarios que generan aumento de costes. Además del abordaje integral y temprano de la enfermedad y de todos los factores de riesgo cardiovascular como la hipertensión, el colesterol, el tabaquismo, la obesidad y conseguir un buen control metabólico de la diabetes con una HbA1c inferior a 7”.
A todo ello el responsable Área Cardiovascular y Diabetes de la SEMG añade que hay que implementar una educación terapéutica adecuada para cada persona. “La saturación de la Atención Primaria no debe ser una excusa para no desarrollarla. En este sentido, las diferentes administraciones sanitarias juegan un papel importante. Por ejemplo, la enfermería de Atención Primaria es un recurso formidable para ello, pero se necesita una planificación adecuada y una cartera de servicios que la incluya y potencie”, puntualiza.
Medidas todas que pasan por prevenir las complicaciones. Según Miranda Fernández-Santos “con un buen control farmacológico complementado con la educación terapéutica y cumpliendo con todos los programas de seguimiento: los controles analíticos al menos dos veces al año, las revisiones periódicas, el despistaje de retinopatía bianual, la exploración del pie diabético anual y la revisión en cada visita de la adherencia al tratamiento”.
Tipos de costes
Por otro lado, el ’Informe Sobre el Impacto Económico de la Diabetes tipo 2 en España’ publicado por FEDE destaca que existen tres tipos de costes que determinan el impacto de la patología.
Álvaro Hidalgo-Vega, codirector del Grupo de Investigación de Economía de la Salud y Gestión Sanitaria de la Universidad de Castilla – La Mancha y profesor asociado de Farmacoeconomía del Instituto de Empresa explica que se dividen en “costes directos sanitarios, los que paga el SNS, caso de la medicación, las visitas sanitarias, las pruebas y las hospitalizaciones; los directos no sanitarios, que incluyen cuidados personales formales e informales, servicios sociales, transporte al centro sanitario, etcétera (y parte de ellos son sufragados por los pacientes); y los indirectos, que están constituidos por las pérdidas de productividad laboral a causa de mortalidad prematura o morbilidad, y los costes derivados por las pérdidas de tiempo de ocio”. Ver tabla 1.
Monitorización flash, una medida clave de ahorro
Cabe destacar que el análisis de costos del sistema FreeStyle Libre (un sistema de monitoreo instantáneo basado en sensores que mide la glucosa en el líquido intersticial) subraya que los sistemas de monitorización flash pueden desempeñar un papel clave en la reducción del gasto sanitario.
El testeo analizó 250 millones de datos de glucosa correspondientes a 22.949 usuarios en España que utilizaban este procedimiento. Los autores del mismo observaron que su implantación y uso frecuente ofrecía una significativa reducción de hipoglucemias, de hasta un 37 por ciento.
Según el texto sobre el posible ahorro de los costes asociados a la reducción de hipoglucemias en personas con DM2 que usan insulina multidosis, podría generar un ahorro de hasta 580,90 euros por paciente y año, frente al sistema convencional de monitorización con glucemias capilares. Ver figura 4.
Para calcular este resultado, los investigadores incluyeron los costes en tiras de glucosa, lancetas y sensores, así como de hospitalización por las hipoglucemias graves. Concluyen que, en torno a 60.000 personas con DM2 en tratamiento con insulina multidosis, podrían beneficiarse de la aplicación de los sistemas de monitorización flash.
Un escenario que preocupa a todos los actores implicados. Razón por la que Juan Francisco Perán, presidente de la Federación Española de Diabetes (FEDE) insiste en que “nuestra labor es dar visibilidad e intentar que la administración ponga remedios. Las políticas que se desarrollan deberían estar enfocadas a las enfermedades crónicas y deberían tener una visión a largo plazo, y no con miras al rédito político, que es lo que tenemos”.
Concluye Perán que es urgente que se vea como “una inversión a largo plazo con la que se revertiría el gasto que viene dado por un mal control de la enfermedad y mejoraría la calidad de vida de las personas con diabetes”