Mientras la pandemia de COVID-19 arrasaba el mundo, en 2020 alrededor de 2,7 millones de europeos recibieron un diagnóstico de cáncer y un total de 1,3 millones perdieron la vida por esta enfermedad, entre ellos más de 2.000 jóvenes, según los datos de la Unión Europea. El número de fallecimientos por COVID-19 que recoge el último informe del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades en este año de crisis sanitaria sitúa en 645.412 las muertes en este territorio.
Las cifras hablan por sí solas. No en vano, desde hace un tiempo pacientes y expertos hablan sin tapujos de una pandemia silenciosa que ha tardado demasiado tiempo en tener una respuesta actualizada a escala política. Aunque nunca es tarde.
Con apenas unas semanas de diferencia y en un mes en el que esta enfermedad tiene una mayor visibilidad, febrero, en el contexto de su día mundial, la Unión Europea y España presentaron sus planes de respuesta.
Tres décadas después…
El impacto del cáncer en Europa supera los 100.000 millones de euros anuales, sin pasar por alto que afecta gravemente la vida de los pacientes y de su entorno. Sin embargo, el último plan de acción europeo integral contra el cáncer databa de principios de los años noventa. Tres décadas después, el desarrollo médico y tecnológico, con la irrupción más reciente de la medicina de precisión, y las transformaciones sociales dibujan un escenario que resulta irreconocible.
En todos estos años, la respuesta europea frente al cáncer se ha centrado particularmente en el control del tabaco o la protección contra sustancias peligrosas. Además, el Centro Común de Investigación de la UE ha coordinado herramientas como la Iniciativa sobre el Cáncer de Mama o el Sistema Europeo de Información sobre el Cáncer. Mientras el Programa de Salud de la UE ha impulsado iniciativas como el Código Europeo Contra el Cáncer, entre otras.
Pequeños pasos que exigían una respuesta más intensa. No en vano, desde el ámbito institucional son conscientes de que sin una acción concluyente, como ha advertido la Comisión Europea, la estimación es que para 2035 los casos de cáncer aumentarán en casi un 25 por ciento, lo que lo convierte en la principal causa de muerte en la UE.
Además, en el diseño de esta nueva estrategia, los líderes no han perdido de vista que la pandemia de COVID-19 ha tenido un efecto severo en la atención del cáncer, interrumpiendo el tratamiento, retrasando el diagnóstico y la vacunación, y afectando al acceso a los medicamentos.
El plan europeo a ojos de los médicos de primaria
Desde la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria, Semfyc, Francisco Camarelles, miembro del Grupo de Educación Sanitaria del Programa de Actividades Preventivas y Promoción de la Salud de la sociedad científica, subraya que se trata de un plan muy ambicioso.
Un punto importante para los médicos de familia es que la iniciativa pone la fiscalidad del alcohol en el punto de mira y así como la intención de focalizar sus esfuerzos en el diagnóstico y el tratamiento con acciones que tengan en cuenta el primer nivel asistencial, de manera que se garantice el acceso a la salud y a los medicamentos de calidad.
Es importante, desde su perspectiva, que la UE se emplee a fondo en estrategias políticas y de salud pública para garantizar una mejora de la calidad de vida de los europeos, a través de la sensibilización y la educación y poniendo el acento en productos nocivos para el bienestar que, según destacan, hasta ahora han gozado de cierta impunidad.
La posibilidad de etiquetar los productos alcohólicos con avisos a la población y una estricta revisión de su fiscalidad, añaden, podría llevar a la disminución de su consumo.
Tras un año de trabajo, la respuesta al nuevo escenario se ha plasmado en el Plan Europeo contra el Cáncer, que configura, además, un pilar clave en la Unión Europea de la Salud, presentada en noviembre de 2020 como vía para alcanzar una Europa más segura, resiliente y mejor preparada.
“Es un plan para poner la innovación y nueva tecnología al servicio de los cuidados de cáncer y un plan para la prevención y detección precoz. Además, incluye una iniciativa muy importante: la contribución al cáncer pediátrico”, expuso la presidenta de la Comisión, Úrsula Von der Leyen, destacando así las bases sobre las que se asienta el plan.
La presidenta hizo hincapié en que la investigación ha progresado mucho en los últimos años, los diagnósticos son mucho más precisos y se han descubierto nuevos fármacos y tratamientos contra el cáncer. “Esto puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte para miles de niños”, ha asegurado. Sin embargo, el cáncer infantil en una tarea pendiente que Europa quiere incluir entre sus prioridades: “El 80 por ciento de los cánceres infantiles ya se han extendido a otras partes del cuerpo cuando son diagnosticados. Esto debe cambiar”.
Metas ambiciosas
A través de esta iniciativa, la UE se ha propuesto ambiciosas metas. “Queremos salvar vidas a través de la prevención; queremos detectar el cáncer lo más temprano posible; queremos asegurar el acceso a los más altos estándares de diagnóstico y tratamiento; y queremos mejorar la calidad de vida de los pacientes y supervivientes de cáncer”, enumeró en su presentación la presidenta de la Comisión.
Según detalló el vicepresidente de la Comisión Europea, Margaritis Schinas, el plan parte de tres premisas:
- Igualdad y equidad: “Todo el mundo importa”. El acceso al tratamiento debe ser igual para todos los pacientes, sin importar su economía o el lugar donde vivan dentro de la UE. “No hay pacientes de segunda clase en el cáncer”.
- Innovación: “La innovación trae esperanza y las nuevas tecnologías mejorarán el diagnóstico y aumentarán el potencial de la medicina personalizada”.
- Compromiso: concentrar esfuerzos para establecer objetivos realistas.
Para lograr los objetivos marcados, la UE destinará un presupuesto total de 4.000 millones de euros a través de los programas EU4Health, Horizonte Europa y Europa Digital.
Por su parte, la comisaria de Salud de la UE, Stella Kyriakides, puso en valor que “una sólida Unión Europea de la Salud es una Unión en la que los ciudadanos están protegidos contra los cánceres evitables, en la que tienen acceso al cribado y al diagnóstico precoces, y en la que todo el mundo puede tener acceso a unos cuidados de alta calidad, en todas las fases del recorrido. Eso es lo que queremos lograr con nuestro Plan contra el Cáncer”.
Cuatro pilares
Con un punto de partida bien definido, el plan avanzará para centrarse en cuatro ámbitos de acción claves:
El primer punto aquí es la prevención. Se reforzará mediante acciones que abordan los principales factores de riesgo, como el tabaco (con el objetivo de garantizar que, de aquí a 2040, menos de un 5 por ciento de la población consuma tabaco); el consumo nocivo de alcohol; la contaminación medioambiental y las sustancias peligrosas. Para prevenir los cánceres causados por infecciones, el objetivo del Plan contra el Cáncer es vacunar, de aquí a 2030, al menos al 90 por ciento de la población diana de niñas de la UE y aumentar significativamente la vacunación de los niños.
El segundo pilar es la detección precoz, a través de la mejora del acceso, la calidad y el diagnóstico, y el apoyo a los Estados miembro para garantizar que, de aquí a 2025, se propongan cribados al 90 por ciento de la población de la UE que cumpla los requisitos para el cribado del cáncer de mama, colorrectal y de cuello del útero. Así, se presentará un nuevo Plan para el Cribado del Cáncer, que contará con el apoyo de la UE.
La tercera pata es el diagnóstico y tratamiento, a través de acciones que garanticen una atención del cáncer mejor integrada y más completa y aborden la desigualdad en el acceso a una atención sanitaria de calidad y a los medicamentos. Para 2030, el 90 por ciento de los pacientes admisibles debería tener acceso a los Centros Nacionales Integrados contra el Cáncer, conectados a través de una nueva red de la UE. Además, de aquí a finales de 2021 se pondrá en marcha la iniciativa “Diagnóstico y Tratamiento del Cáncer para Todos”, para ayudar a mejorar el acceso a diagnósticos y tratamientos innovadores contra el cáncer, y una Iniciativa Europea para Comprender el Cáncer, para ayudar a identificar a las personas con alto riesgo de padecer cánceres comunes.
En cuarto lugar se sitúa la mejora de la calidad de vida de pacientes y supervivientes. En este punto se pone el foco en atender a la rehabilitación, la posible reaparición de tumores, las metástasis y las medidas de apoyo a la integración social y la reintegración en el lugar de trabajo. Del mismo modo se pondrá en marcha la iniciativa “Una Vida Mejor para los Pacientes con Cáncer”, centrada en los cuidados de seguimiento.
Centro de Conocimiento sobre el Cáncer
En el marco de este nuevo plan de cáncer la Comisión también anunció la puesta en marcha de un nuevo Centro de Conocimiento sobre el Cáncer que servirá de apoyo al desarrollo de nuevas tecnologías, la investigación y la innovación. El objetivo es que este centro sirva para coordinar iniciativas científicas y técnicas relacionadas con el cáncer en la UE
En la misma línea, se establecerá una iniciativa europea de diagnóstico por imágenes del cáncer para apoyar el desarrollo de nuevas herramientas asistidas por ordenador para mejorar la medicina personalizada y las soluciones innovadoras.
De igual modo, se anunció que se prestará especial atención al cáncer infantil a través del lanzamiento del programa ‘Iniciativa de ayuda a los niños con cáncer’, a fin de garantizar que los niños tengan acceso a una detección, diagnóstico y tratamiento rápidos y óptimos y cuidado.
Y por último, para identificar tendencias, disparidades y desigualdades entre los Estados miembros y las regiones, se establecerá a lo largo de este año un Registro de Desigualdades en Cáncer.
Seguimiento
Para supervisar los avances en el marco de este plan la Comisión va a crear el Grupo de ejecución del Plan contra el Cáncer de la UE, con el objetivo de alinear las acciones y políticas en la Comisión Europea y otras instituciones de la UE.
Será este grupo el que establezca una hoja de ruta de cara a su implementación que especificará con más detalle los diferentes pasos para poner en marcha las acciones descritas.
Aunque no hay una fecha programada de finalización para el plan, se ha previsto que se revise periódicamente por primera vez a finales de 2024. La revisión evaluará si las acciones tomadas son suficientes para lograr los objetivos, o si son necesarias medidas adicionales, matizan.
En futuros pasos, el Plan de Cáncer será examinado por los estados miembro en una reunión de Ministros de Salud que se celebrará durante la presidencia portuguesa de la UE. Y mientras tanto la Comisión seguirá trabajando junto con la Comisión Especial para la Lucha contra el Cáncer del Parlamento Europeo (BECA, por sus siglas en inglés), creada en junio de 2020, para reforzar la apuesta transnacional.
Samira, la primera medida de seguimiento de la iniciativa común europea
Dos días después del visto bueno al Plan Europeo, la comisión presentaba su Plan de Acción Samira: la Agenda Estratégica para las Aplicaciones Médicas de las Radiaciones Ionizantes. La primera medida de seguimiento de la iniciativa común europea está encaminada a mejorar la coordinación a nivel de la Unión, garantizar que las tecnologías radiológicas y nucleares sigan favoreciendo la salud de los ciudadanos de la Unión, y contribuir a la lucha contra el cáncer y otras enfermedades. Este Plan de Acción es la primera medida de seguimiento del Plan Europeo de Lucha contra el Cáncer, adoptado por la Comisión el 3 de febrero.
Sobre este asunto, la comisaria de Salud y Seguridad Alimentaria, Stella Kyriakides, detalló que gracias al Plan Europeo se tomarán medidas para asegurarnos de que realizamos más y mejores cribados. “Para conseguirlo, necesitamos una tecnología radiológica segura y de alta calidad. La obtención de imágenes radiológicas es indispensable para la detección precoz del cáncer y su diagnóstico, y más de la mitad de los pacientes de cáncer se someten a radioterapia. Por ello, la radiología es una constante en la vida de estos pacientes”, subrayó.
En este sentido, el Plan de Acción Samira se perfila como el primer resultado del trabajo de la comisión en el marco de la iniciativa global europea “y un excelente ejemplo de colaboración entre las comunidades dedicadas a la energía, la salud y la investigación”.
Entre otros puntos, la Comisión pondrá en marcha la Iniciativa Europea sobre la Calidad y la Seguridad de las aplicaciones médicas de las radiaciones ionizantes, a fin de garantizar que los usos diagnósticos y terapéuticos de tales radiaciones en los Estados miembros se ajusten a las normas más estrictas.
Por fin, la Estrategia Nacional 2021
De puertas adentro, el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud aprobó la revisión de la Estrategia en Cáncer del SNS el pasado 24 de febrero. La nueva versión era esperada, y reclamada, por profesionales y pacientes desde hace tiempo, ya que la última evaluación se realizó en 2014. Según destaca Sanidad, sus conclusiones, junto con el análisis de la evidencia científica disponible hasta la fecha, se han plasmado en el nuevo texto.
Desde el Ministerio de Sanidad se remarca un objetivo fundamental: mejorar la calidad de la atención que reciben las personas enfermas de cáncer y sus familias. Con esta actualización se aspira a detectar las necesidades para la prevención, diagnóstico y tratamiento de esta patología, así como establecer objetivos de trabajo y acciones de atención consensuadas y de aplicación en todo el SNS.
La Estrategia 2021 ahonda en aspectos claves del abordaje del cáncer como la prevención mediante estilos de vida saludables; el diagnóstico precoz; la progresiva extensión del modelo de atención multidisciplinario y cooperativo basado en redes asistenciales entre profesionales y centros; el enfoque específico de algunos tumores a través de centros de referencia nacionales y europeos, o los avances en medicina de precisión.
La elaboración de este documento ha sido coordinada por el Ministerio de Sanidad y es el resultado del trabajo conjunto y el consenso de las sociedades científicas, asociaciones de pacientes, Instituto de Salud Carlos III y comunidades autónomas.
Una buena noticia, en palabras de la ministra de Sanidad, Carolina Darias, que demuestra que hay espacio para lo importante aún en tiempos de pandemia, y que vendrá acompañada de financiación.
Darias detalló que los Presupuestos Generales del Estado para 2021 contemplan, concretamente, una partida cercana al millón de euros para la implementación de la Estrategia en Cáncer del Sistema Nacional de Salud (SNS) y otra cantidad similar para la implementación del acuerdo con las comunidades autónomas sobre la atención al cáncer infantil. Asimismo contempla una partida de 0,5 millones de euros para la implementación del acuerdo sobre cáncer y COVID-19, aprobada en el Interterritorial una semana antes de la Estrategia Nacional.
Las sociedades científicas se pronuncian sobre la estrategia española
“La actualización del Plan del Cáncer era muy necesaria y está bastante completa”, a juicio de Alberto Ruano, vocal de la sociedad Española de Epidemiología y oncólogo que forma parte del Comité Técnico de la Estrategia. “Creo que tiene un enfoque integral en la visión del cáncer porque incluye todas las facetas: prevención, diagnóstico precoz, atención oncológica a los niños o aspectos relacionados con calidad asistencial e investigación”, resume.
Desde la Asociación Española de Investigación sobre el Cáncer (Aseica) también celebran la llegada de esta actualización. “Es una buena noticia. No soluciona todos los problemas del cáncer, pero desde luego sí nos permite actualizar los problemas y, sobre todo, en enumerar los objetivos particulares con un horizonte de 5 a 10 años”, asegura su presidente, Luis Paz-Ares, en una entrevista concedida a El Global.
En los objetivos de la estrategia se incorporan la mayor parte de las demandas que han realizado desde las diferentes sociedades. Aunque, en el caso del presidente de Aseica, que se dedica a cáncer de pulmón, le hubiera gustado que se hiciera un “énfasis específico en los programas de screening” en esta enfermedad. “Todavía no está desarrollado suficientemente este punto en la estrategia”, explica.
“Somos muchos y muchas sociedades; es difícil estar a gusto todos. Lo más importante es que, una vez tenemos claros los objetivos y metas, seamos capaces de llegar a los resultados y consigamos implementar esos planes de acción”, señala Luis Paz-Ares.
Por otra parte, en relación con la apuesta por la prevención, Ruano considera que el plan europeo es “más ambicioso” en este punto, ya que hace mucho hincapié en la reducción de consumo de tabaco y alcohol. “La estrategia española también pone énfasis aquí, pero tenemos más camino que recorrer (en cuanto a la prevención del tabaquismo)”, indica el experto.
Otro punto es el peso de la Medicina de Precisión. Para Alberto Ruano, la actualización “recoge de forma bastante completa el enfoque personalizado de la atención oncológica abordando la potencial aplicabilidad de nuevos tratamientos”.
Mientras el presidente de Aseica destaca que se debe ofrecer equitativamente el acceso a la medicina de precisión con independencia de donde sean diagnosticados los pacientes de cáncer.
Según su visión, “ahora que tenemos todos los datos recabados de los últimos años, sería una pena que los pacientes no se pudieran beneficiar de estos tratamientos específicos de dianas moleculares, porque no hubiera un programa exhaustivo que llegará a todos”.
Paz Ares entiende que el trabajo que se debe realizar en nuestro país es muy notable y va desde la estandarización de las pruebas y su interpretación como de acceso y evaluación de su calidad.
Respecto al impulso a la investigación, Luis Paz-Ares destaca que es “muy necesario” apoyar la investigación cooperativa en cáncer con redes multidisciplinares de diferentes tipos de expertos y actuando de manera coordinada para que nos permitan acometer mejor los avances”.
Además, añade que ahora el reto está en implementar los planes incluyendo el presupuesto adecuado para que consigamos las metas y objetivos de la Estrategia Nacional en Cáncer. Eso sí, celebra que este paso de facilitar el acceso a la innovación sea más una realidad.
En esta línea, Xosé Bustelo, ex presidente de Aseica, considera que “esta nueva estrategia recoge la importancia de la investigación en cáncer y establece líneas prioritarias bien definidas, lo que permitirá no solo avanzar en las metas clínicas sino también engarzarnos con fluidez en la nueva Misión de Cáncer de la Unión Europea”.
Medicina de precisión
Como no podía ser de otro modo, la nueva estrategia apunta a la medicina de precisión como nueva manera de abordar el diagnóstico y el tratamiento del cáncer, no sólo por los biomarcadores asociados a la decisión terapéutica sino también, por la posibilidad de estratificar mejor la enfermedad, el pronóstico y por evaluar la predicción de la respuesta al tratamiento o de la toxicidad.
Junto a nuevas propuestas de abordaje, la Estrategia también se ocupa de retos aún no suficientemente resueltos como la atención psicológica y la evaluación de las necesidades de los pacientes que han sobrevivido al cáncer.
El texto detalla 40 objetivos, 52 acciones para alcanzarlos, 99 indicadores de evaluación de la consecución de estos objetivos y acciones y cinco líneas de actuación: promoción de la salud y prevención en cáncer, atención sanitaria, atención sanitaria a la infancia y adolescencia, datos e información de cáncer e investigación.
A pocas semanas de la puesta de largo del plan europeo, desde Sanidad hicieron hincapié en que las acciones propuestas a nivel nacional están alineadas con el plan común y que, de hecho, se trabajará de forma conjunta durante los próximos años de implementación.
Desarrollo del Código Europeo
De entrada, la estrategia desarrolla el Código Europeo contra el Cáncer que define 12 recomendaciones dirigidas a los ciudadanos para prevenir el cáncer. Se incorporan, además, nuevos aspectos en la prevención del cáncer asociado al ámbito laboral y a la exposición al radón.
Asimismo, alude al modelo de centros europeos de referencia, que junto con el de Centros de referencia del SNS (CSUR) en España, se promueve como un enfoque clave para mejorar los resultados clínicos en los tumores raros. El documento indica aquí, por ejemplo, que acumular experiencia clínica, diagnóstica y terapéutica en estos cánceres de baja frecuencia permite evaluar los resultados clínicos y disponer de la tecnología terapéutica necesaria para un óptimo resultado clínico.
En sintonía con esta idea, también se refiere a la decisión del Consejo Interterritorial de 2018 sobre el modelo asistencial en cáncer pediátrico, abogando por una concentración de los tratamientos en centros de referencia de acuerdo con las recomendaciones europeas.
En lo relativo al modelo de atención, hace hincapié en la relevancia de un enfoque multidisciplinario, al mismo tiempo que destaca la importancia de un acceso rápido cuando hay síntoma de riesgo de diagnóstico de cáncer, así como una mejor conexión entre atención primaria y hospitalaria.
De igual modo, subraya que la aprobación por el Consejo interterritorial del cribado poblacional del cáncer de cuello de útero, junto con el de cáncer de mama y colorrectal, es fundamental para detectar precozmente el cáncer y, por lo tanto, mejorar la supervivencia.
COVID-19 y cáncer
Incluso en los meses críticos de la pandemia, los servicios de Oncología fueron de los pocos departamentos en los hospitales españoles que mantuvieron, al menos en parte, su actividad. La irrupción de la COVID-19 frenó, eso sí, la implantación de los grandes avances alcanzados en los últimos años y ha dibujado un escenario de convivencia con las grandes patologías que obliga a recalcular.
En este contexto, el Consejo Interterritorial aprobó también en febrero una estrategia específica sobre cáncer y covid cuya implantación será evaluada en seis meses.
En este documento, Sanidad alude a un estudio que evidencia el retraso diagnóstico y estima un incremento de muertes a los cinco años respecto a las muertes esperadas por cánceres de mama, colon y recto y pulmón de entre un 5,8 y un 16 por ciento.
Sanidad marca cinco actuaciones prioritarias:
- Evaluar el impacto de la pandemia mediante análisis de datos asistenciales y epidemiológicos disponibles de todo el SNS. El Ministerio de Sanidad elaborará un informe sobre el impacto de la pandemia en cáncer.
- Impulsar políticas sanitarias de promoción de la salud efectivas para disminuir la incidencia del cáncer y continuar los programas de cribado.
- Reorientar los procesos asistenciales para reducir el tiempo desde la sospecha clínica hasta el primer tratamiento.
- Establecer criterios comunes sobre los aspectos asistenciales para mejorar el proceso diagnóstico.
- Y estratificar el riesgo de resultado de salud adverso en función del tipo de tumor, características del paciente y situación clínica.