La gran cantidad de estudios en cáncer de mama, cuello uterino, melanoma, próstata, colorrectal, esófago, y pulmón presentados en la última edición del Congreso de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO 2021) ha demostrado que la investigación en oncología vuelve a cobrar impulso en Europa después del ‘parón’ provocado por la pandemia de la COVID-19.
Así lo resaltaba Antonio Passaro, miembro del comité organizador durante la conferencia inaugural de este encuentro virtual. “La pandemia generó consecuencias notables en las personas y los sistemas de salud, pero también en la investigación oncológica. Este año, sin embargo, hemos visto una resurrección de la investigación en oncología reflejada en un aumento en el número de resúmenes y datos, con más de 2.000 estudios y con casi 70 resúmenes de última hora”, señalaba.
“Además de la investigación, la pandemia también ha interrumpido las estrategias de tratamiento implementadas para nuestros pacientes”, continuaba Passaro. “También en esta área, los nuevos datos muestran que la comunidad oncológica ha trabajado y continúa trabajando en la dirección correcta para proteger a los pacientes con cáncer”, añadía.
Los resultados presentados en las cinco jornadas del Congreso cambiarán o influirán en la práctica clínica habitual del abordaje del cáncer. El copresidente científico de ESMO2021, Pasi Jänne, destacaba los grandes avances logrados en la medicina de precisión: “Dar el tratamiento adecuado en el momento adecuado, al paciente adecuado, es una estrategia importante que, como comunidad oncológica, estamos implementando en todo el mundo para continuar avanzando en las terapias contra el cáncer y, por lo tanto, mejorar los resultados para los pacientes”, señalaba.
Accesibilidad a los nuevos tratamientos
La presidenta de ESMO, Solange Peters, recordaba durante su intervención que los avances en el tratamiento contra el cáncer deben ser accesibles a toda la población mundial. “Tras el año de pandemia, la investigación en el cáncer ha ‘resucitado’ y nuevos medicamentos están apareciendo en el horizonte, principalmente en Estados Unidos. Pero nosotros nos preguntamos, ¿cuán disponibles y accesibles son estos avances?”, valoraba Peters.
En este sentido, ESMO ha lanzado la International Cancer Foundation (ICF), una iniciativa comprometida a apoyar acciones que mejoren la prevención, diagnóstico, tratamiento y el seguimiento del cáncer en todos países donde se necesitan. El objetivo final es que el mejor tratamiento esté accesible para todos los pacientes con cáncer, independientemente de donde vivan.
“Se ha demostrado que la inmunoterapia funciona en muchas enfermedades y hay nuevos fármacos en el campo de la oncología de precisión, pero, como organización internacional, tenemos que ser realistas sobre cuán accesibles son estos avances desde una perspectiva global. Incluso, si constantemente ofreciéramos formación a nuestros miembros para estar a la vanguardia de la investigación y el tratamiento del cáncer, todavía dejaríamos a algunos pacientes fuera de la innovación”, incidía Peters.
La nueva fundación brindará apoyo práctico para la capacitación de oncólogos, además de ofrecer apoyo financiero para becas, proyectos de investigación específicos de cada país, recursos para pacientes, campañas de prevención y educación pública sobre el cáncer en regiones de escasos recursos en África, Asia y América Latina.
Las últimas estimaciones de la carga del cáncer en los países de la Uninón Europea (U.E.) y la Asociación Europea de Libre Comercio (AELC)[1], junto con las cifras de población proyectadas más recientes publicadas por Eurostat para las próximas décadas, muestran que para 2040, el número de nuevos casos de cáncer podría aumentar en más de una quinta parte (21%) llegando a 3,4 millones, y las muertes por cáncer llegarían a 1,7 millones el mismo año, frente a 1,3 millones registrados en 2020.
Manola Bettio, miembro de la Join Research Center de la Comisión Europea en Italia, señaló que este estudio permite realizar comparaciones internacionales, resaltando diferencias e identificando posibles acciones para mitigar las desigualdades entre y dentro de los países. “La primera y más sencilla forma de reducir la futura carga del cáncer en Europa es la prevención, porque la buena noticia es que casi el 40% de los cánceres se pueden prevenir reduciendo los riesgos medioambientales y de estilo de vida, que también están relacionados con el desarrollo social y económico”, puntualizó.
Los avances en cáncer de mama
El cáncer de mama es el tipo de tumor más frecuentemente diagnosticado entre las mujeres y, a pesar de todos los avances en tratamientos y diagnósticos, sigue siendo la primera causa de muerte por cáncer entre ellas. Por este motivo, se siguen dedicando grandes esfuerzos para desarrollar nuevos tratamientos que ayuden a aumentar el arsenal disponible.
ESMO se ha convertido este año en un escenario de importantes avances en el abordaje de este tumor. Por ejemplo, los resultados del análisis final de supervivencia global (SG) del estudio MONALEESA-2 de fase III demuestran la mediana de SG más prolongada nunca reportada en cáncer de mama avanzado.
Este estudio evaluó la eficacia y seguridad de ribociclib en combinación con letrozol, en comparación con placebo más letrozol, en mujeres posmenopáusicas con cáncer de mama avanzado o metastásico receptor hormonal positivo y receptor 2 del factor de crecimiento epidérmico humano negativo (HR+/HER2-), sin antecedentes de tratamiento sistémico para enfermedad avanzada.
MONALEESA-2 alcanzó su objetivo secundario clave de SG, demostrando una mejora estadísticamente significativa y clínicamente relevante en la supervivencia (mediana 63,9 en comparación con 51,4 meses). El análisis reveló que después de una mediana de seguimiento de más de 6 años y medio, el más prolongado para cualquier ensayo de inhibidores de CDK4/6 hasta la fecha, la mejora en la mediana de SG fue de más de un año. Asimismo, mostró que, después de cinco años, los pacientes tratados con ribociclib en combinación con letrozol presentaban una probabilidad de supervivencia de más de un 50%.
Otra de las líneas que está logrando mejores resultados es la que combina un anticuerpo con un fármaco de quimioterapia, lo que se conoce como conjugado anticuerpo-fármaco o ADC. Trastuzumab deruxtecan pertenece a una clase de tratamiento que funciona como una especie de ‘caballo de Troya’: el anticuerpo se une con las células tumorales y luego introduce en ellas la quimioterapia, de manera que los tejidos sanos se ven afectados mínimamente.
El ensayo de fase III DESTINY-Breast03 evaluó la eficacia de este nuevo medicamento en pacientes con cáncer de mama HER2+ con metástasis y que ya habían recibido tratamientos con anterioridad. Los datos obtenidos demuestran que la administración de trastuzumab deruxtecan mejora de forma muy significativa los resultados del tratamiento estándar actual. Así, por ejemplo, si se observa la supervivencia libre de progresión (SLP), en el grupo que recibió el tratamiento estándar esta fue de 6,8 meses, mientras que en las pacientes a las que se les administró trastuzumab deruxtecan todavía no se ha alcanzado y más de la mitad de ellas llevan dos años sin que se produzca progresión.
Por otro lado, el estudio TULIP también aporta resultados positivos para el cáncer de mama HER2 positivo en el contexto metastásico de pacientes previamente tratadas, lo que contribuye a ampliar el arsenal terapéutico para control de la enfermedad localmente avanzada. En concreto TULIP comparó un ADC —en este caso el [Vic-] Trastuzumab duocarmacina— con el tratamiento elegido por el médico en estas pacientes de cáncer de mama metastásico que ya habían recibido otros tratamientos con anterioridad. El criterio principal de valoración del ensayo fue la supervivencia libre de progresión, donde se logró una mejora estadísticamente significativa.
Finalmente, el ensayo POSEIDON se centró en pacientes con cáncer de mama del subgrupo receptor hormonal + y HER2 negativo a las que se administra una combinación de tratamiento hormonal y un inhibidor de PI3K: tamoxifeno más taselib. La SLP aumentó de 3,2 meses a 4,8 meses. Sin embargo, a pesar del beneficio de la adición de taselisib a tamoxifeno, existe una toxicidad asociada al tratamiento de combinación.
Cáncer de pulmón
En relación al tratamiento del cáncer de pulmón no microcítico (CPNM), los resultados del estudio CHRYSALIS y CHRYSALIS 2 han arrojado nuevos datos en la combinación de amivantamab y lazertinib.
El estudio CHRYSALIS mostró mayor actividad y duración de la respuesta frente a CPNM avanzado con mutación del receceptor del factor de crecimiento (EGFR) tras fracaso con osimertinib en los pacientes tratados con la terapia amivantamab en combinación con lazertinib. Estos resultados demuestran el posible beneficio de actuar sobre los dominios extracelular y catalítico del EGFR, incluso en pacientes con resistencia documentada a los inhibidores de la tirosina quinasa (TKI) del EGFR de tercera generación.
Por otra parte, los resultados del estudio CHRYSALIS 2, realizado en pacientes con CPNM con mutaciones en el EGFR, han mostrado respuestas duraderas con amivantamab en combinación con lazertinib en personas tratados con osimertinib que no han recibido previamente quimioterapia. Estos nuevos datos sugieren que esta opción terapéutica tiene una actividad antitumoral prometedora en una población que ha agotado los tratamientos de referencia.
Hacia el cambio de paradigma en cáncer de próstata
Uno de los ensayos más recientes presentados en ESMO demostró que la combinación de dos fármacos ya implementados en la práctica clínica mejora la supervivencia en pacientes con cáncer de próstata sensible a castración (CSPC). Los estudios PEACE-1 y STAMPEDE encontraron que la adición de acetato de abiraterona más prednisolona (AAP) a la terapia estándar prolonga la supervivencia en comparación con la terapia estándar sola.
Para los hombres con cáncer de próstata metastásico, la terapia de privación de andrógenos (ADT) fue el estándar de atención durante décadas. En 2015, se demostró que el docetaxel (un agente de quimioterapia) mejora la supervivencia cuando se agrega a la ADT. En 2017, también se demostró que la abiraterona (un agente hormonal de próxima generación) mejora la supervivencia cuando se agrega a ADT. Sin embargo, hasta ahora se desconocía si uno o ambos agentes debían agregarse a ADT para lograr los mejores resultados. PEACE-1 descubrió que usar tres medicamentos por adelantado es mejor que solo dos en hombres con cáncer de próstata metastásico; no solo para posponer la progresión del cáncer, sino también para prolongar la vida. Cuando se agregó AAP a ADT y docetaxel, los pacientes experimentaron una reducción adicional del 25% en el riesgo de muerte en comparación con ADT y docetaxel solos.
Mientras, STAMPEDE se centró en el cáncer de próstata no metastásico (sin diseminación visible en las exploraciones convencionales) pero de alto riesgo (de diseminación). Aproximadamente el 20% de los cánceres de próstata localizados son de alto riesgo en el momento del diagnóstico. La privación de andrógenos se administra durante dos o tres años y su combinación con radioterapia local en la próstata y la pelvis mejora la esperanza de vida. Se ha demostrado que la adición de tratamientos como la quimioterapia con docetaxel prolonga el tiempo hasta la recaída, pero no prolonga la esperanza de vida.
El ensayo encontró que a los seis años los hombres que habían recibido tratamiento estándar más AAP durante dos años tenían una mejora en la supervivencia sin metástasis del 69% al 82%, una mejora en la supervivencia general del 77% al 86% y una mejora de supervivencia específica del cáncer del 85% al 93%, en comparación con el tratamiento estándar solo.
En este sentido, Maria De Santis, especialista del Hospital Charité Universitätsmedizin de Berlín (Alemania) y la Universidad Médica de Viena (Austria), recalcaba que estos hallazgos tienen el potencial de ser implementados en la práctica diaria de inmediato, ya que no hay que esperar a la aprobación de nuevos fármacos. “Los resultados son claramente positivos y deberían convencer a los pacientes y médicos de que intensifiquen el tratamiento de los pacientes con cáncer de próstata metastásico y de alto riesgo”, incidía.
El COVID-19 en los pacientes oncológicos
El congreso por excelencia de la oncología europea se hizo eco también de las secuelas que han sufrido los pacientes con cáncer infectados por la COVID-19, así como el impacto en las vías para reanudar el tratamiento después de la recuperación.
Según los datos recopilados sobre 2.795 pacientes en 35 instituciones europeas entre febrero de 2020 y febrero de 2021 a través del registro OnCOVID, Los resultados muestran que al menos el 15% de los pacientes con cáncer que sobrevivieron a una infección por SarS-CoV-2 han experimentado secuelas sintomáticas de la enfermedad, siendo los más comunes los síntomas respiratorios (50%), como dificultad para respirar y tos, así como fatiga crónica (41%).
De 473 pacientes que estaban en tratamiento sistémico en el momento del diagnóstico de la infección, 62 (13,1%) interrumpieron permanentemente la terapia y 75 (15,8%) recibieron ajustes de tratamiento.
Las interrupciones se debieron al empeoramiento del estado del paciente (45,1%), a la progresión de la enfermedad (16,1%) y a la disfunción de órganos residuales (6,3%). Se realizaron ajustes en el tratamiento para evitar la asistencia hospitalaria (40%), prevenir la inmunosupresión (57,3%) o eventos adversos (20,3%). A su vez, el estudio mostró que la interrupción permanente del tratamiento se asoció con un mayor riesgo de muerte, mientras que los ajustes terapéuticos no afectaron adversamente a la supervivencia.
“Este informe confirma que los pacientes con cáncer son una población especialmente vulnerable a la COVID-19 y que las secuelas de la misma pueden afectar a los resultados oncológicos”, explicaba Alessio Cortellini, investigador en el Imperial College de Londres, oncólogo en el Imperial College Healthcare NHS Trust y coordinador del estudio.
A pesar de estos datos, entre un 60-80% de los pacientes con cáncer sobrevive a la COVID-19.
Los efectos secundarios del cáncer
ESMO también buscó un hueco para estudiar las secuelas que experimentan los pacientes tras superar un cáncer. Estas circunstancias se deben a los efectos secundarios de los medicamentos que, en ocasiones, persisten tras el tratamiento o del propio impacto que tenga la enfermedad en cada persona.
Para llevar a cabo el análisis, el estudio FiX evaluó a 2.508 pacientes con 15 tipos diferentes de cáncer, dos años después del diagnóstico, a través de un Registro de Cáncer Epidemiológico en Alemania. Los resultados indicaron que casi el 40 por ciento de los supervivientes continuaba reportando fatiga, calificada como moderada o grave. Además, más del 40 por ciento de los pacientes señalaron que se encontraban agobiados por la pérdida de capacidad física y más de un tercio sufrió problemas para dormir, problemas sexuales, dolores en las articulaciones y ansiedad.
Aunque existen recomendaciones sobre el manejo de efectos secundarios, la autora del estudio, Martina Schmidt, del Centro Alemán de Investigación del Cáncer (DKFZ), en Heidelberg (Alemania), subrayaba que aún no están implantadas. Asimismo, la experta indicaba que más de uno de cada tres individuos afectados evaluó como deficiente el apoyo que se les ofreció para abordar la fatiga.
[1] Annals of Oncology (2021) 32 (suppl_5): S1102-S1110. 10.1016 / annonc / annonc711