Las vacunas no solo salvan vidas, sino que también son una de las herramientas más rentables para los sistemas de salud y la economía global. En un momento en el que la sostenibilidad sanitaria es prioridad, las inmunizaciones demuestran ser una inversión imprescindible, generando ahorros multimillonarios al prevenir enfermedades, reducir hospitalizaciones y mantener a la población laboralmente activa. Este análisis destaca cómo cada euro invertido en vacunas contra enfermedades como la gripe, el COVID-19 o la hepatitis B genera un retorno económico significativo, liberando recursos que se destinan a otras áreas críticas de atención médica. Desde la vacunación infantil hasta los programas de inmunización en adultos mayores, el impacto de las vacunas en los sistemas de salud y en la economía es innegable.

La Fundación Weber y Farmaindustria presentan el informe ‘El valor del medicamento desde una perspectiva social 2024’, que analiza, a través de la evidencia científica, el valor clínico, económico y social de los nuevos fármacos. El documento aborda de manera exhaustiva el impacto económico y social de los medicamentos y vacunas, subrayando la relevancia que tienen en la sostenibilidad de los sistemas sanitarios, al prevenir enfermedades, reducir la carga asistencial y mejorar la calidad de vida de la población. Las vacunas, en particular, son una de las intervenciones más costo-efectivas en salud pública, permitiendo ahorros significativos y mejorando la eficiencia en el sistema de salud al reducir los gastos directos e indirectos asociados a enfermedades evitables.

Valor económico de las vacunas en los sistemas sanitarios

Las vacunas representan una inversión esencial para los sistemas de salud, ya que no solo reducen la carga de enfermedad, sino que también suponen un ahorro considerable en los costos de tratamiento y hospitalización. Este informe destaca cómo la vacunación no solo ayuda a proteger la salud individual y colectiva, sino que también optimiza el uso de recursos sanitarios y aumenta la productividad económica al reducir el absentismo laboral.

Eficiencia y ahorro en los sistemas de salud

Los estudios descritos en el documento muestran que las vacunas reducen el número de hospitalizaciones, consultas y procedimientos médicos, permitiendo la liberación de recursos para atender otros aspectos críticos de los sistemas de salud. Por ejemplo, la vacunación contra la gripe en personas mayores de 65 años en España permite un ahorro significativo al evitar complicaciones graves, ingresos hospitalarios y visitas a los servicios de urgencias, calculando que por cada euro invertido en esta vacuna se ahorran aproximadamente 13 euros en gastos sanitarios directos e indirectos.

Otro ejemplo relevante es la transición en España de la vacuna trivalente a la cuadrivalente contra la gripe. Se estima que este cambio podría evitar gastos hospitalarios por valor de 13 millones de euros al año y proteger la productividad económica mediante la prevención de casos graves que implican ausencias laborales. Además de reducir costes sanitarios, esta vacunación más completa y eficaz ayuda a mitigar los efectos de las epidemias de gripe, que representan una carga significativa en temporadas de alta incidencia de la enfermedad.

Las vacunas reducen los ingresos, consultas y procedimientos médicos, liberando a los sistemas de salud

Vacunas y retorno de inversión

El informe destaca que muchas de las vacunas, debido a su alta eficacia y amplia cobertura, ofrecen un retorno de inversión (ROI) que las convierte en intervenciones rentables y sostenibles. La vacunación contra el COVID-19 en Cataluña, por ejemplo, generó un beneficio económico notable, con un ROI estimado de 3,4 euros desde la perspectiva social y de 1,4 euros desde el punto de vista del sistema sanitario. Esta vacunación permitió no solo la reducción en el número de hospitalizaciones y en el uso de camas de cuidados intensivos, sino también la disminución de los costes indirectos asociados con el absentismo laboral y la pérdida de productividad.

Asimismo, la vacuna contra el neumococo en adultos mayores de 50 años ha mostrado ser una inversión beneficiosa en varios países. En Finlandia, se registraron ahorros de hasta 218 millones de euros entre 2012 y 2016 gracias a la reducción de hospitalizaciones y complicaciones relacionadas con esta infección. Este tipo de vacunación, aplicada principalmente a adultos mayores, permite reducir la incidencia de neumonías, enfermedades respiratorias y otras complicaciones que requieren atención médica intensiva y prolongada.

Impacto de la vacunación en enfermedades específicas y su ahorro a largo plazo

Las vacunas también generan valor económico y social al prevenir enfermedades específicas que tienen una carga considerable para los sistemas sanitarios. Algunas vacunas, como las dirigidas contra la hepatitis B, el virus del papiloma humano (VPH) y la hepatitis A, han mostrado resultados efectivos en la prevención de enfermedades crónicas, cánceres y complicaciones graves que, de no ser prevenidos, requieren tratamientos costosos y prolongados.

Vacuna contra el VPH y el cáncer de cuello uterino

La vacuna contra el VPH es un ejemplo de cómo la inmunización puede reducir significativamente los costes a largo plazo al evitar el cáncer de cuello uterino, una enfermedad de tratamiento costoso y que implica una pérdida de productividad significativa para las personas afectadas. El informe indica que, en países con programas de vacunación sostenida contra el VPH, los ahorros en términos de costes médicos y sociales son notables, ya que la reducción de nuevos casos de cáncer se traduce en menos tratamientos oncológicos, menos hospitalizaciones y un aumento en la esperanza y calidad de vida de las pacientes.

En España, la implementación de la vacunación contra el VPH ha mostrado ser efectiva no solo en la reducción de casos de cáncer de cuello uterino, sino también en la disminución de otras complicaciones relacionadas con el virus, lo que a su vez implica menores costes en la atención de enfermedades de transmisión sexual y patologías ginecológicas. De este modo, las vacunas contra el VPH no solo previenen una enfermedad potencialmente mortal, sino que representan una estrategia costo-efectiva y sostenible para el sistema de salud.
Vacuna contra la hepatitis B y ahorro en tratamiento de enfermedades hepáticas.

La hepatitis B es otra enfermedad cuya vacunación ha mostrado beneficios económicos y sanitarios importantes. Esta enfermedad, que afecta al hígado y puede evolucionar a cirrosis o cáncer hepático, es un problema de salud pública en muchos países. La vacunación contra la hepatitis B reduce el riesgo de infección y previene la evolución de la enfermedad hacia estadios graves, lo cual representa un ahorro considerable para los sistemas sanitarios, que no tienen que afrontar los costes de tratamientos complejos y prolongados.

En Italia, se estima que el programa de vacunación universal contra la hepatitis B generará, en un periodo de 60 años, un ahorro de casi tres euros por cada euro invertido, al reducir la necesidad de tratamiento para enfermedades hepáticas crónicas y complicaciones asociadas. Esto resalta la importancia de las vacunas en la prevención de enfermedades graves que, de otra manera, suponen altos costes para los sistemas de salud .

Vacunas y ahorro en países de ingresos bajos y medios

En países de ingresos bajos y medios, las vacunas son una herramienta fundamental para mejorar la salud de la población y asegurar la estabilidad económica a largo plazo. En estos contextos, donde los recursos son más limitados y el acceso a tratamientos es más complejo, la prevención de enfermedades mediante la vacunación es clave para evitar gastos médicos elevados y proteger la productividad laboral.
Ahorros en mortalidad y costos de atención médica.

Entre 2001 y 2020, en un conjunto de 73 países de ingresos bajos y medios, las vacunas permitieron evitar más de 20 millones de muertes y ahorraron aproximadamente 350.000 millones de euros en costes sanitarios. Estas cifras incluyen no solo los costes de hospitalización y atención directa, sino también los ahorros derivados de la reducción de discapacidades permanentes y de la preservación de la productividad de las personas que, al estar sanas, pueden continuar trabajando y contribuyendo económicamente.

Además, el beneficio económico total generado por la reducción de la mortalidad y las enfermedades prevenibles mediante la vacunación en estos países se estima en unos 850.000 millones de euros. Este cálculo refleja no solo el ahorro directo para los sistemas sanitarios, sino también el impacto positivo que la vacunación tiene en la economía en general, al permitir que las personas mantengan su salud y eviten enfermedades que limitan su capacidad de trabajar y generar ingresos.

Reducción de la carga de enfermedades transmisibles

Las vacunas también permiten reducir significativamente la carga de enfermedades altamente transmisibles, como el sarampión, la difteria y la tos ferina, que son especialmente peligrosas en países con sistemas de salud más débiles. La erradicación de estas enfermedades mediante la vacunación no solo mejora la salud de la población, sino que libera recursos médicos que pueden destinarse a otras necesidades críticas en los países de ingresos bajos y medios. Esta redistribución de recursos es crucial para mejorar la eficiencia de los sistemas de salud en estos contextos y garantizar una atención más equitativa y accesible.

Vacunación infantil y su valor económico

La vacunación infantil es una de las áreas en las que los beneficios económicos de las vacunas son más visibles. En países desarrollados como Estados Unidos y España, los programas de vacunación infantil han demostrado ser extremadamente costo-efectivos, ya que previenen múltiples enfermedades infecciosas y reducen los costos en atención médica, hospitalización y tratamiento de complicaciones graves.

En países de ingresos bajos y medios, las vacunas son fundamentales para mejorar la salud y asegurar la estabilidad económica a largo plazo

Ahorro en atención médica infantil

En Estados Unidos, la vacunación infantil contra enfermedades como la poliomielitis, el sarampión, la rubéola y la difteria ha generado ahorros sustanciales en costos médicos, con un retorno de inversión de hasta 7,5 dólares por cada dólar invertido desde la perspectiva del sistema de salud, y de 2,8 desde una perspectiva social. Este ahorro no solo beneficia al sistema de salud, sino también a las familias, que evitan gastos en consultas, hospitalizaciones y pérdida de tiempo de trabajo.

En España, el informe destaca que cada euro invertido en la vacunación infantil ahorra al sistema hasta 22 euros en costos sanitarios directos e indirectos. Estos ahorros provienen principalmente de la reducción en la incidencia de enfermedades graves en la infancia, lo que permite evitar hospitalizaciones y tratamientos costosos. La vacunación infantil es, por tanto, una de las inversiones más rentables y sostenibles en salud pública, ya que protege a la población desde edades tempranas y reduce la carga de enfermedades en la adultez.
Impacto a largo plazo en la calidad de vida.

Los programas de vacunación infantil no solo contribuyen a la eficiencia económica, sino que también tienen un impacto positivo en la esperanza de vida y la calidad de vida a lo largo del tiempo. Las vacunas infantiles previenen enfermedades que pueden causar complicaciones de por vida, como discapacidades físicas o cognitivas, que limitan la capacidad de las personas para llevar una vida plena y productiva.

El informe también destaca el impacto de la vacunación infantil en la reducción de la mortalidad y las discapacidades, lo que contribuye a una población adulta más sana y a una menor necesidad de recursos sanitarios en el futuro. Al prevenir enfermedades desde la infancia, se reduce la carga de enfermedades crónicas en la edad adulta, lo que a su vez alivia la presión sobre los sistemas sanitarios y mejora la sostenibilidad económica a largo plazo.

Vacunas y su contribución a la economía global

Las vacunas no solo benefician a los sistemas de salud, sino que también representan un valor económico considerable a nivel global. La erradicación de enfermedades como la viruela y la poliomielitis ha permitido un ahorro global significativo en términos de costos médicos y sociales. La erradicación de la viruela, por ejemplo, permitió un ahorro de más de 27.000 millones de dólares desde su erradicación en 1988, mientras que la eliminación de la polio sigue generando ahorros, con un ahorro proyectado de 14.000 millones de dólares hasta el año 2050.

Productividad y economía global

El documento resalta que el impacto de las vacunas en la economía no solo se limita al ahorro en costos médicos, sino que también incluye beneficios en términos de productividad laboral y estabilidad económica. La vacunación previene enfermedades que pueden causar ausencias laborales prolongadas y discapacidades permanentes, lo cual tiene un impacto directo en la productividad de la fuerza laboral y en la economía en general.

Al mantener a la población sana y reducir la incidencia de enfermedades transmisibles, las vacunas permiten un mejor aprovechamiento de los recursos y aumentan la competitividad económica de los países. Además, la prevención de enfermedades mediante la vacunación contribuye a reducir la desigualdad en el acceso a la salud, lo que mejora el bienestar social y facilita un desarrollo económico más equitativo.

Se estima que, por cada dólar invertido se puede recuperar hasta 44 dólares

Vacunas y retorno económico a nivel mundial

El informe también destaca el retorno económico de las inversiones en vacunación a nivel mundial. Se estima que, por cada dólar invertido en programas de vacunación, el retorno en beneficios económicos puede llegar a ser de hasta 44 dólares, considerando tanto los ahorros en costos médicos como el impacto en la productividad y la reducción en la mortalidad y morbilidad de la población.

Este alto retorno de inversión convierte a las vacunas en una de las herramientas más efectivas para promover el desarrollo sostenible y la reducción de la pobreza, especialmente en países con sistemas de salud frágiles y limitados. La vacunación no solo mejora la salud de la población, sino que también permite la creación de sociedades más estables y productivas, en las que las personas pueden vivir vidas más largas, sanas y productivas.

Este documento subraya que las vacunas son una de las intervenciones más rentables y efectivas en salud pública, ofreciendo un ahorro considerable para los sistemas de salud y mejorando la eficiencia en el uso de los recursos. Los ejemplos presentados muestran cómo la vacunación permite prevenir enfermedades graves, reducir la carga de los sistemas sanitarios y generar ahorros en términos de costos médicos y productividad laboral.

El impacto de las vacunas va más allá de los beneficios individuales y familiares, extendiéndose al ámbito económico y social. Al proteger a la población y reducir la carga de enfermedad, las vacunas contribuyen a una sociedad más sana y a una economía más fuerte y resiliente. Estos beneficios justifican la inversión en programas de vacunación y demuestran que la inmunización es una estrategia clave para mejorar la sostenibilidad de los sistemas de salud y promover el desarrollo económico global.