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miércoles, 4 diciembre 2024

Así ven los partidos el futuro Centro Estatal de Salud Pública

Mario Ruiz
Mario Ruiz
Redactor de Gaceta Médica

Desde que en 2011 se proyectara como parte de la Ley General de Salud Pública, la creación de una infraestructura que coordine y dirija desde el ámbito nacional aspectos relacionados la misma ha estado siempre en el cajón de deberes del Ministerio de Sanidad. Sin embargo, la crisis COVID-19 ha reactivado su creación de cara a la constitución de un ente que ofrezca una respuesta cohesionada para responder a posibles emergencias sanitarias. Si bien las bases del mismo se han sentado a través de propuesta de consulta pública, todavía quedan incógnitas por resolver de cara a su presentación oficial en Consejo de Ministros y su posterior debate en el Congreso de los Diputados.

La pandemia de COVID-19 ha actuado como catalizador de iniciativas y planes con vocación de reforma del Sistema Nacional de Salud (SNS). Algunas de ellas responden a cuestiones planificadas tiempo atrás y que ahora se han acelerado con motivo de emergencia sanitaria. Entre ellas se ubica la creación de un Centro Estatal de Salud Pública y Calidad Asistencial, proyectado desde que se desarrollara la Ley General de Salud Pública en 2011.

La importancia de la constitución de este organismo ya fue puesta en evidencia durante la Comisión de Reconstrucción Social y Económica, así como subrayada como objetivo a corto plazo en el Plan de Recuperación que el país confeccionó para enviar a Bruselas.

Asimismo, los Presupuestos Generales del Estado de 2021 ya previeron una partida para el inicio de su actividad, la cual fue cifrada en cinco millones de euros. Ahora el presente 2022 es, según el Plan Anual Normativo diseñado desde Moncloa, el año para el desembarco definitivo de la futura institución. No en vano se espera que sea aprobado para el segundo semestre del año.

La Ley General de Salud Pública en 2011 proyectó la creación de una institución que ha sido ‘rescatada’ para su creación a raíz de la pandemia

En el momento actual, donde el modelo de sistema sanitario busca reformularse para encontrarse de nueva con su mejor versión, la constitución de este organismo podría convertirse en base del rumbo estructural de la gestión del Ejecutivo en sanidad. Todo ello con el anteproyecto de fondo, el cual ya recogió impresiones en consulta pública y esbozó algunas de sus intenciones.

Economía de la Salud ha recopilado las impresiones de las diferentes fuerzas políticas que integran el Congreso de los Diputados acerca de cómo habría de articularse la futura institución como piedra angular en la respuesta en salud pública, evaluación, asesoramiento y coordinación ante situaciones de emergencia sanitaria.

Qué labores debería asumir

Según la portavoz de Sanidad del Grupo Socialista en el Congreso, Ana Prieto, además del carácter asesor y evaluador del centro, el futuro organismo “permitirá crear una red integrada de sistemas de información para mejorar la detección de eventos de salud pública y contribuir a la toma de decisiones en tiempo real”.

Además, avanza que la norma que la norma de creación establecerá su estructura, funciones y marco de gobernanza. Dentro del Centro Estatal de Salud Pública se prevé una Unidad o Centro de Operaciones de Emergencias de salud pública, encargado de realizar las actividades de inteligencia epidémica”.

Por su parte, su homóloga del Grupo Popular, Elvira Velasco, aboga por que la principal misión de la citada infraestructura sea “la recogida exhaustiva de información y permita medir, evaluar y tomar decisiones con las comunidades, basadas en la evidencia científica”.

En opinión de Ciudadanos, la gran debilidad de nuestro sistema está en la detección temprana, la detección de riesgos sanitarios y la protección de la salud pública, por lo que la futura entidad podría paliar este déficit. “Si se pone en marcha de forma adecuada, puede cambiar radicalmente esa situación”, señalan fuentes del partido.

“Entre sus competencias debería estar la atención integral de los problemas y coordinación con las distintas estructuras autónomas, vigilancia epidemiológica, evaluación de las distintas políticas sanitarias y su impacto en la salud”, valora Amparo Botejara, responsable del área de sanidad de Unidas Podemos.

Coordinación multinivel

Del mismo modo, la portavoz de formación morada destaca la necesidad de que el Centro Estatal de Salud Pública buena coordinación con las administraciones públicas, las autonomías con “interconexiones que deben ser ágiles y ajustadas a las nuevas tecnologías”, también en el ámbito local e internacional.

Precisamente en este último nivel profundiza Prieto, quien señala la institución ejercería como “punto de enlace” con los centros de la Unión Europea en el marco de la reforma del European Centre for Disease Prevention and Control (ECDC) y del nuevo reglamento sobre amenazas transfronterizas graves para la salud, y con la Organización Mundial de la Salud (OMS).

También “deberá coordinar su actividad con los centros nacionales de Epidemiología, Microbiología, Sanidad Ambiental, Medicina Tropical, Escuela Nacional de Sanidad y Escuela Nacional de Medicina del Trabajo, y otras unidades, centros y organismos de titularidad estatal que tengan entre sus competencias”, ahonda la diputada socialista.

En este punto, Ciudadanos apuesta por un ente que aúne las competencias actualmente distribuidas entre el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), el Centro Nacional de Epidemiología, el Centro Nacional de Sanidad Ambiental y el Centro Nacional de Medicina Tropical, así como la asunción de las funciones de sanidad animal y vegetal -actualmente en el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación- para lograr un enfoque decisor “más integrado” y con “menor fragmentación entre instituciones”.

Por su parte, desde el PP plantean dudas sobre cómo se llevará a cabo esta coordinación, pues según Velasco el texto del anteproyecto no dejaba claro cómo se articularía de acuerdo con la distribución competencial existente en Salud Pública.

Recursos humanos

En cuanto a los profesionales que deben integran el Centro Estatal, la portavoz de Sanidad del Grupo Popular aboga por un perfil de “alta capacitación científico-técnica para las diferentes áreas y materias en las que se trabaje: salud pública, vigilancia epidemiológica, análisis de datos, inteligencia artificial, elaboración de indicadores…”. En este aspecto coincide Prieto de cara a “crear un centro de excelencia”.

Para Ciudadanos, sería necesario integrar a los profesionales veterinarios en los mecanismos de prevención, detección y respuesta a emergencias sanitarias, referenciando la exclusión de estos profesionales en estos procesos “pese a la experiencia con la que cuentan en materia de prevención y actuación en epidemias”.

“La salud animal es una disciplina extremadamente útil para poder hacer frente a riesgos sanitarios para el ser humano, como ha demostrado el COVID-19 y la mayor incidencia de enfermedades provocadas por procesos de zoonosis”, denuncian fuentes de la formación naranja a esta publicación.

El NICE británico como ejemplo

Son muchas las veces que, a colación de la creación del citado Centro Estatal de Salud Pública, salta ‘a la palestra’ el nombre del NICE británico. El National Institute for Health and Care Excellence (NICE Instituto Nacional de Salud y Excelencia Clínica del Reino Unido), es una organización independiente responsable de proveer orientación para la promoción de la salud, la prevención y el tratamiento de las enfermedades.

En declaraciones a EDS, Velasco reseña que se trata de “un órgano que ha adquirido una elevada relevancia en el campo internacional, un ejemplo semejante a crear en España muy necesario y demandado por clínicos, investigadores y académicos de nuestro país para que evalúe las prácticas y políticas sanitarias tras constatar la debilidad del SNS y la arbitrariedad de las decisiones adoptadas en la pandemia”.

De su parte, Prieto destaca su papel referente, “más aún desde que ha actualizado su marco de estándares de Salud Digital e identificado oportunidades de avance tan importantes como una base empírica integral, mejor presentación de pruebas para tecnología en salud y procesos de evaluación de tecnologías más flexibles”.

A este respecto, la diputada socialista abunda en el especial énfasis que este NICE pone “en promover la transparencia para todas las partes interesadas en Salud Digital y facilitar por tanto la toma de decisiones”. “Todo ello en una dirección clara: fomentar la participación y reforzar y agilizar el acceso a las tecnologías innovadoras que beneficiarán la salud de los pacientes”, añade.

A pregunta sobre los avances en la tramitación del Centro Estatal, la ministra de Sanidad, Carolina Darias, señaló durante su última comparecencia en la Comisión de Sanidad del Congreso que muy pronto llegará “en primera vuelta” al Consejo de Ministros, confirmando además que la naturaleza jurídica con la que se constituirá será una Agencia.

El Congreso ya lo tuvo ‘en su mira’

La promoción de la creación de un HispaNICE ya fue debatida en el seno del Congreso de los Diputados, concretamente en la Comisión de Sanidad mediante Proposición No de Ley (PNL) del PDeCAT y, por tanto, del Grupo Plural de la cámara. Según defendió entonces su portavoz, Concepció Cañadell, se pedía impulsar la instauración de la denominada como Autoridad Independiente de Evaluación de Prácticas y Políticas Sanitarias (AIEPPS).

“Abogamos por la creación de un HispaNICE para valorar y recomendar la entrada al sistema de nuevos medicamentos, dispositivos, pruebas y test diagnósticos, tecnologías e intervenciones quirúrgicas tras un análisis de coste efectividad por un equilibrio multidisciplinar”, esgrimió Cañadell.

VOX también se mostró sensible y a favor de esta propuesta entonces, cuando apuntó a las agencias existentes en Suecia y Reino Unido como el espejo en el que debería reflejarse esta posible entidad, algo que ha compartido también el Grupo Popular en su intervención en el debate de la propuesta.

Un NICE en constante evolución

De su lado, el NICE ya buscaba en agosto de 2021 la manera en que adoptar un sistema de evaluación más simplificado para conseguir un acceso más ágil a las innovaciones. Para ello, se puso en marcha un nuevo modelo de evaluación de medicamentos, dispositivos, diagnósticos y tecnologías digitales que consiga ofrecer un acceso más rápido a los pacientes.

“Planeamos simplificar y optimizar nuestros diferentes procesos de evaluación y optimizar los diferentes métodos que usamos para evaluar tecnologías. Trabajando en asociación con los reguladores, brindaremos a los pacientes acceso temprano a tecnologías innovadoras “, aseguró el organismo en un comunicado.

Modelo de constitución

Uno de los compromisos que se firmaron durante la Comisión de Reconstrucción atañe precisamente a la fórmula de constitución de este centro, que podría ser una Agencia Nacional después de ser aprobada la petición del PP en forma de enmienda. Esta perspectiva sigue siendo defendida por Velasco, que defiende que la citada Agencia habría de ser “profesionalizada e independiente”.

Asimismo, la diputada popular apuesta porque el organismo “cuente con autonomía que ahonde en la mejora y ampliación de las capacidades del SNS”, así como por la asunción del mismo de un papel de “garante de la cogobernanza”.

Este modelo también lo propugna Ciudadanos, quien pide que el Centro se conforme con rango de agencia independiente, “puesto que debe tener autonomía y capacidad suficiente para poder actuar con libertad y decisión a la hora de prevenir, detectar y actuar frente a emergencias de carácter sanitario”. “Es necesario que esta agencia pueda servir como catalizador de la investigación y de la innovación en materia de salud pública”, añaden.

Desde el Grupo Socialista, Prieto defiende que la institución “tendrá autonomía funcional, aunque vinculada al Ministerio de Sanidad”. “Ejercerá competencias de análisis y estudio, de asesoramiento técnico, de propuesta de medidas a las autoridades sanitarias y también de gestión directa, sobre todo en el ámbito de la preparación y coordinación de respuesta ante situaciones de emergencia”, indica.

En opinión de Botejara, durante los procesos se pierde mucho tiempo en la terminología: “lo esencial son los objetivos y cómo alcanzarlos y por supuesto hacerlo realidad”, señala.

Descentralización de la sede

Como recuerda Prieto a este medio a colación de la posible ubicación del Centro Estatal de Salud Pública fuera de Madrid, la publicación del RD 209/2022 estableció el procedimiento para la determinación de las sedes físicas de las entidades pertenecientes al sector público institucional estatal y crea la Comisión consultiva para precisar las sedes.

“España es un país muy descentralizado políticamente, a través del Estado de las autonomías; pero esto no ha venido acompañado de una descentralización de la Administración General del Estado. Es necesario seguir profundizando en este camino, que puede dar oportunidades a territorios que llevan muchos años perdiendo población”, apunta la diputada socialista. Precisamente este camino es también por el que apuesta Podemos. “El coordinar, cohesionar y conectar las distintas estructuras hará que el SNS funcione mejor”, refleja Botejara.

Según defiende Ciudadanos, el criterio que debe primar en este caso es el de la eficiencia. “La localización de la sede debe responder únicamente a criterios técnicos que premie a las mejores candidaturas que se hayan presentado en condiciones de igualdad y de libre concurrencia competitiva”, aprecian fuentes del partido.

Mario Ruiz
Mario Ruiz
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