A día de hoy, acabar con el tabaquismo continúa siendo una de las asignaturas pendientes a abordar. Pese a que las cifras confirman que es un hábito nocivo para la salud que paulatinamente se está logrando reducir, aún queda mucho por hacer. Como consecuencia directa de ello, e incidiendo en el cáncer de pulmón, contar con una implicación activa de todos los agentes sanitarios se erige como una necesidad de cara a frenar tanto los casos como los costes económicos. En este aspecto, la red de farmacias, junto a su Servicio de Cesación Tabáquica o a los programas de detección precoz, adquiere especial protagonismo, dado que puede hacer frente a esta problemática desde primera línea

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que el tabaco acaba con la vida de ocho millones de personas al año. De hecho, se prevé que la mitad de los fumadores morirán por una enfermedad causada por el tabaco, perdiendo un promedio de 10 a 15 años de vida. “La epidemia de tabaquismo es una de las mayores amenazas para la salud pública que ha tenido que afrontar el mundo”, corroboran desde el organismo internacional.

Según desprende el 8º Informe Anual de Lung Cancer Europe (LuCE), la mayoría de las personas afectadas por el cáncer de pulmón experimentan más gastos y menos ingresos. De hecho, el 62,3 por ciento de los 1.161 participantes en el estudio (834 personas con cáncer de pulmón y 327 personas cuidadoras), procedentes de 28 países europeos, declaró tener problemas económicos por culpa de la enfermedad. A su vez, se corroboró que el 21,2 por ciento necesitó más del 30 por ciento de sus ingresos del hogar para pagar gastos relacionados con la patología.

Pero, además de impactar sobre la economía de los pacientes, también tiene una repercusión notable sobre el propio Sistema Nacional de Salud (SNS). En palabras de Luis Miguel Seijo, codirector del Proyecto CASSANDRA, los costos directos asociados al cáncer de pulmón están ligados al diagnóstico y al tratamiento. Incidiendo en la segunda de las cuestiones, recalca que, en fases más iniciales de evolución de la enfermedad, la resección quirúrgica del tumor ya es cara, pero en estadios avanzados lo es mucho más y, además, los pacientes obtienen muchos menos beneficios porque “se mueren”, lamenta. “El 80 por ciento de las personas con estadios avanzados mueren después de recibir tratamientos caros, es decir quimioterapia, terapias dirigidas e inmunoterapias”, recalca.

No obstante, remarca que hay una gran cantidad de costes indirectos que van desde la pérdida de productividad hasta la mortalidad. La Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) estima que el cáncer cuesta a la sociedad española alrededor de 19.300 millones de euros, cifra que equivale al 1,6 por ciento del PIB del territorio nacional. Si se desglosa esta cantidad, el 48 por ciento (9.300 millones) está vinculado a costes médicos directos, el 40 por ciento (2.220 millones de euros) a costes indirectos y el 12 por ciento (7.750 millones de euros) a costes médicos no directos. De hecho, atendiendo a la distribución de estos costes, el 55 por ciento los asume el propio sistema sanitario, mientras que el 45 por ciento es asumido por los pacientes y/o sus respectivas familias.

Avances tecnológicos que encarecen costes

Una de las preguntas que más resuena es ¿cuál es el coste medio anual asociado a un paciente que padezca un tumor de pulmón? Según indica un informe elaborado por la AECC, éste puede variar entre los 17.158 euros, en estadio local, y los 34.272, en estadio metastásico. (Tabla 1).

Pese a estas estimaciones, Seijo alega que, en la actualidad, hay publicaciones que hacen diferentes cálculos, pero “no se cuentan con unas estadísticas buenas de cuánto nos estamos gastando”. De hecho, hace referencia a que el coste de las terapias es muy elevado porque en estadios avanzados se deben emplear terapias sistémicas, a menudo primeras, segundas y terceras líneas.

En este contexto, como el paciente no se cura, tiene un seguimiento muy cercano, tiene complicaciones, empeora, acaba ingresado, en urgencias y luego fallece. En este sentido, insiste en que “cuando detectas con el cribado más de un 70 por ciento en estadios iniciales y la mayoría de esos se curan, el cambio es radical”. En concreto, especifica en lo que se ahorra el SNS en terapias para estadios avanzados y en el impacto que tiene en la calidad y la esperanza de vida de los pacientes.

El codirector del Proyecto CASSANDRA menciona que la medicina es una disciplina en la que los avances tecnológicos, en vez de abaratar costes, los encarecen. “En el tratamiento oncológico, lógicamente, todo el mundo quiere el último tratamiento, el que es más eficaz, el que ha demostrado que es mejor que los antiguos”, asegura. No obstante, estos beneficios también hacen que sean la opción más cara por temas de patentes y de desarrollo de los propios fármacos. “Cuesta mucho desarrollarlos y en llevarlos al mercado, ese dinero hay que recuperarlo porque el impacto presupuestario es grande”, subraya Seijo.

“Cuando detectas con el cribado más de un 70% de los estadios iniciales el cambio es radical”

Luis Miguel Seijo, codirector del Proyecto CASSANDRA

El codirector del Proyecto CASSANDRA menciona que la medicina es una disciplina en la que los avances tecnológicos, en vez de abaratar costes, los encarecen. “En el tratamiento oncológico, lógicamente, todo el mundo quiere el último tratamiento, el que es más eficaz, el que ha demostrado que es mejor que los antiguos”, asegura. No obstante, estos beneficios también hacen que sean la opción más cara por temas de patentes y de desarrollo de los propios fármacos. “Cuesta mucho desarrollarlos y en llevarlos al mercado, ese dinero hay que recuperarlo porque el impacto presupuestario es grande”, subraya Seijo.

El cribado, una forma de ahorrar

Los programas de detección precoz del cáncer han tenido una repercusión incuestionable que ha impactado de forma exponencial sobre el sistema sanitario. En palabras de Seijo, en España, se realizan en tres o cuatro centros, muchos de ellos privados, alguno público que tiene algún proyecto piloto y el propio Proyecto CASSANDRA, que pretende estudiar el coste y la viabilidad del cribado en el territorio nacional. “Queremos demostrar con un proyecto real piloto en nuestro país, en el SNS, que esto es factible, como hemos demostrado en centros privados”.

Contar con un programa nacional de cribado, una necesidad cada vez más apremiante para el SNS

Ahora, todo lo que se baraja son estimaciones con modelos matemáticos de lo que puede costar el cribado. “Como no hay un programa nacional de cribado, tienes que asumir ciertas suposiciones y, en base a eso, se calcula el coste”, sostiene. Al respecto, garantiza que las estimaciones difieren muchísimo. Hay un estudio del Instituto de Salud Carlos III (ISCII) que confirma que el cribado de cáncer de pulmón “sale a cuenta”, indica. “Es muy barato en comparación con otros tumores, probablemente, en torno a los 3.000 euros por año de vida ajustado por calidad”, añade. “Mientras que otro informe de la Red Española de Agencias de Evaluación de Tecnologías Sanitarias y Prestaciones del SNS (RedETS), en el que se ha empleado una metodología similar, asegura que cuesta 10 veces más”, saca a colación.

Prevención para minimizar el impacto económico

Por todo ello, Seijo hace especial hincapié en que se deberían implementar dos estrategias para reducir el impacto económico del cáncer de pulmón tanto para los pacientes como para el sistema sanitario: la prevención primaria y la secundaria. Es decir, la cesación del hábito tabáquico y el cribado. En lo que respecta a la primera cuestión, afirma que “es fundamental”. “Incluso podríamos decir que es un elemento que ahorra costes no ya de inicio, sino más adelante, y que abarata la prevención secundaria”, enfatiza. “Si llegas tarde a un problema, te sale mucho más caro y el cáncer no da síntomas hasta que es muy tarde”, remarca.

Asimismo, el codirector del Proyecto CASSANDRA asegura que la única estrategia que va a ahorrar costes es que la gente deje de fumar. Así, “dejará de tener cáncer de pulmón y otras enfermedades vinculadas al tabaquismo como la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) o la enfermedad cardiovascular. “Ahorraríamos muchísimo gasto en no solo cáncer, sino en otras cuestiones”, concluye Seijo.

Abordar el problema desde primera línea

El último informe sobre tendencias de este hábito nocivo realizado por la OMS indica que el consumo de tabaco ha descendido en las últimas dos décadas un total de 9,3 puntos, pasando del 32,6 por ciento en el año 2000 al 23,3 por ciento en 2022. De hecho, estiman que se siga reduciendo hasta llegar al 22,1 por ciento en el año 2030.

Con el objetivo de lograr alcanzar estas cifras, en Andalucía, Baleares, Canarias, Castilla y León, Cataluña, Navarra, País Vasco y Comunidad Valenciana disponen de diversos programas para promover la cesación tabáquica desde las farmacias. Actualmente, el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF) está trabajando junto con el Ministerio de Sanidad en un convenio que permitirá a los farmacéuticos comunitarios realizar el curso “Abordaje del tabaquismo desde Atención Primaria“.

Para Tamara Peiró, responsable del Área Asistencial de la Dirección de Servicios Farmacéuticos del Consejo General, “la actuación de los farmacéuticos en el ámbito de la cesación tabáquica se inicia incluso antes de que una persona fume, prestando servicios de educación sanitaria a la población o campañas de prevención del tabaquismo”.

En el caso de que la persona ya se haya iniciado en este hábito, el siguiente paso radica en proponer su incorporación en programas de cesación tabáquica a través de los que se identifica si existen criterios para la derivación al médico para la prescripción de un tratamiento financiado. “En esos casos además se hace fundamental la participación en la dispensación de los medicamentos y el seguimiento farmacoterapéutico de los pacientes con tratamientos ya establecidos”, menciona Peiró.

La Farmacia como aliada en la cesación tabáquica

Noa Rey, farmacéutica y secretaria del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT) y de la Sociedad Española de Especialistas en Tabaquismo (SEDET), asegura que “el farmacéutico es una pieza clave a la hora de abordar el tabaquismo por su accesibilidad”. Asimismo, afirma que mediante el Servicio Profesional de Cesación Tabáquica acompañarán al paciente durante todo el proceso: indicación farmacéutica, preparación para el día a día, mejora de la adherencia al tratamiento, resolución de dudas, trabajo de las ambivalencias, prevención y tratamiento de las recaídas, mantenimiento de la abstinencia… Además, destaca la realización de campañas de prevención y abordaje de este hábito nocivo desde las farmacias.

Por otro lado, la secretaria del CNPT señala que “la farmacia es un centro sanitario donde acuden personas o pacientes, que por el contrario se escapan de la sanidad pública, bien porque no padecen enfermedad alguna, bien por la falta de tiempo para acudir a consulta”. Motivo de ello, recalca que “las labores de promoción de la salud que podemos hacer desde las boticas llegan a personas que se nos escaparían por otras vías”, de ahí su importancia.

“Las labores de promoción de la salud que podemos desempeñar desde las boticas llegan a personas que se nos escaparían por otras vías”

Noa Rey, farmacéutica y secretaria del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT) y de la Sociedad Española de Especialistas en Tabaquismo (SEDET)

El modus operandi del Servicio de Cesación Tabáquica

La responsable del Área Asistencial de la Dirección de Servicios Farmacéuticos del CGCOF explica que en el marco del Servicio de Cesación Tabáquica se realiza el seguimiento del tratamiento de deshabituación tabáquica, prestando especial atención a la adherencia al tratamiento. “En la primera visita del paciente a la farmacia, normalmente en la primera semana tras el día seleccionado para dejar de fumar, se presta atención a la identificación de reacciones adversas, falta de efectividad o interacciones con otros medicamentos”. Además, insiste que se pone el foco especialmente en la adherencia al tratamiento y posible aparición de síndrome de abstinencia.

Posteriormente, Peiró prosigue informando de que se va citando al paciente a visitas de seguimiento, según la duración del tratamiento empleado, en las que se sigue la adherencia al tratamiento, se realizara un control de parámetros y del síndrome de abstinencia y se ofrecen consejos y educación sanitaria. Una vez superado el fin del tratamiento se seguirá citando al paciente, aunque con mayor espacio entre visitas, confirma.

“En todos los casos, la intervención que se realiza con el paciente es breve, de unos tres minutos, ya que han demostrado ser las más efectivas, aumentando las tasas de abstinencia hasta en un tres por ciento en los pacientes que las reciben”, hace hincapié. Estas se basan en información sobre hábitos higiénico-dietéticos, ejercicio físico, técnicas de relajación, motivacionales, superación del síndrome de abstinencia o prevención de recaídas, entre otras.

Además, desde este servicio también se trabaja con pacientes que no cumplen los requisitos para acceder a un fármaco antitabaco. Así, tras el mostrador, en el caso de que se considere, se puede recurrir a la terapia sustitutiva de nicotina en todas sus formas farmacéuticas, de liberación sostenida y de liberación rápida, tales como parches, chicles, comprimidos y espray bucal.

Financiación de fármacos antitabaco, un antes y un después

En lo que respecta a cómo ha contribuido la financiación de fármacos antitabaco en la ayuda a dejar de fumar, indica que “ha sido clave para aumentar el número de fumadores que quiere hacer un intento serio de abandonar el tabaco”. De hecho, hace alusión a que “la ciencia nos dice que la financiación del tratamiento farmacológico disminuye la prevalencia del consumo”. También remarca que una de las demandas que llevan reclamando los profesionales del tabaquismo es la financiación del tratamiento del tabaquismo sin condiciones.

Al respecto, Manel Cirici, coordinador del Col·legi de Farmacèutics de Barcelona (COFB) de las farmacias del Barcelonés Norte y farmacéutico comunitario, destaca la gran demanda que está teniendo el Todacitan, por estar financiado por la Seguridad Social. “Como está financiado ha tenido una gran demanda”, recalca. Además, informa del reclamo de sustitutivos de nicotina en base a los parches, chicles o comprimidos. No obstante, insiste en que estos tienen un coste más elevado, aunque son muy efectivos.

Por otro lado, la secretaria de la SEDET asevera que “el tabaquismo está considerado por la OMS como una enfermedad adictiva crónica, por lo que debemos tratarla como tal”. “Es por ello que el acceso al tratamiento farmacológico es indispensable”, añade. En esta línea, alega que “el tratamiento más efectivo para dejar de fumar es aquel que combina el tratamiento farmacológico indicado para la cesación de este hábito con el apoyo de un profesional sanitario formado en tabaquismo”.

“Según establece la OMS, el tabaquismo es una enfermedad adictiva crónica, por lo que debemos tratarla como tal”

Noa Rey, farmacéutica y secretaria del CNPT y de la SEDET.

En este sentido, Peiró alega que, en una primera dispensación de estos, el farmacéutico comunitario se asegura de que el paciente conoce adecuadamente para qué se va a usar, la duración del tratamiento y posología, la correcta administración o la conservación y eliminación de los medicamentos. Además, el profesional puede advertir de las reacciones adversas más frecuentes. De hecho, entre las más frecuentes destaca alteraciones del comportamiento o de la forma de pensar, ansiedad, psicosis, cambios de humor, comportamiento agresivo, depresión, ideación y comportamiento suicida e intento de suicidio en pacientes sometidos a deshabituación tabáquica.

El PCT de las farmacias barcelonesas

Por su parte, el coordinador del COFB de las farmacias del Barcelonés Norte indica que cada vez hay más farmacias que ya están formadas y acreditadas para desempeñar esta labor bajo el paraguas del Programa de Cesación Tabáquica (PCT), vigente desde 2008.

Además, cuentan con una herramienta que les permite registrar la actuación farmacéutica en diferentes ámbitos, entre los que se encuentra la cesación tabáquica. “Desde el inicio del programa, se han acreditado y formado 1.446 farmacéuticos y participan de forma activa 256 farmacias“, informa. “Esta acreditación es un gran activo para el abordaje de la cesación tabáquica de la población”, enfatiza.

Los resultados de la intervención del farmacéutico en la cesación tabáquica

En lo que respecta a la formación, se lleva a cabo de manera conjunta con los otros profesionales sanitarios de atención primaria y está organizada por la Agència de Salut Pública de Catalunya (ASPCAT). Además, el COFB la complementa con aspectos farmacéuticos específicos de la Guía de intervención farmacéutica para el abordaje del fumador desde la farmacia comunitaria.

Contar con estas herramientas les permite desempeñar su labor con la mayor calidad posible, dado que, como indica Cirici, en el deseo de dejar de fumar no existen soluciones milagrosas. “Es un tema complejo que hay que abordar tanto desde un punto de vista farmacológico como psicológico”, recalca. “Un paciente no va a dejar de fumar solo con tomar el medicamento, necesita estar adherido a un plan de cesación tabáquica y disponer del acompañamiento de un profesional debidamente acreditado”, subraya.

Haciendo referencia a los datos de su botica, explica que, en estos dos últimos años, han tratado en torno a 30 pacientes, de los cuales un diez por ciento han dejado de fumar al cabo de un año. “Estos datos equivalen a una tasa de éxito del PTC del 30 por ciento“, confirma.

En esta línea, subraya que la tasa de éxito de que una persona por si sola logre dejar de fumar es del cinco por ciento. “Una persona sola, si no tiene un acompañamiento adecuado de un profesional debidamente acreditado, es muy difícil que deje de fumar por sí sola, aunque se tome medicación o aunque se tome alguna ayuda farmacológica para dejar de fumar”, recalca. Pese a que los datos pueden variar, estima que “con la ayuda del profesional farmacéutico esa tasa de éxito puede incrementarse entre un 25 o un 50 por ciento“.

¿Se deberían implementar este tipo de programas a nivel nacional?

Con respecto al feedback de los pacientes sobre este programa, Cirici lo califica como “muy positivo”. “El paciente se siente apoyado y acompañado en todas y cada una de las fases del proceso”, afirma. Como consecuencia de ello, indica que todas las boticas españolas deberían participar en este tipo de programas, “sería muy útil que estuviera implementado en todo el territorio nacional”.

“La gran red de farmacias de la que disponemos podría ser determinante para terminar con el tabaquismo en España”

Noa Rey, farmacéutica y secretaria del CNPT y de la SEDET.

Incidiendo en cómo es la experiencia personal de la secretaria del CNPT en la contribución a la cesación tabáquica desde su botica, Rey garantiza que lleva más de una década “regalando años de vida”, tanto de forma presencial como online. “Animo a todos los compañeros a implementar este servicio en sus farmacias, pues el abandono del tabaco en sus pacientes supone una mejora en toda su salud“, hace hincapié Rey. “La gran red de farmacias de la que disponemos podría ser determinante para terminar con el tabaquismo en España” concluye.

Concienciar sobre los vapeadores y los cigarrillos electrónicos

Siguiendo esta línea, recientemente, el presidente del Consejo Andaluz de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CACOF), Antonio Mingorance, subrayó que “no se puede dejar pasar el potencial de la red de farmacias como los espacios sanitarios más próximos a la población”.

De hecho, han lanzado una nueva campaña informativa con el objetivo de concienciar de que los vapeadores y los cigarrillos electrónicos sí que tienen efectos perjudiciales para la salud. Ésta incluye diferentes acciones, como la difusión de banners gráficos y vídeos informativos en redes sociales e Internet, así como un cartel para incorporar en las farmacias.

Asimismo, esta iniciativa busca apoyar al sistema sanitario público de Andalucía en la identificación y seguimiento de personas fumadoras que cumplen los requisitos establecidos para recibir los tratamientos financiados para la dependencia al tabaco. Al respecto, otra de las metas que se han marcado desde el CACOF son fomentar la adhesión de las farmacias de Andalucía a la Red Andaluza de Servicios Sanitarios y Espacios Libres de Humo (RASSELH) y situarse como un referente en la comunidad autónoma.

Planes personalizados para cada paciente

Según la Asociación de Pacientes con EPOC (APEPOC), el tabaquismo es el principal factor de riesgo del paciente EPOC, pero el 34 por ciento sigue fumando. Además, señalan que el perfil del fumador con EPOC es distinto al resto, dado que fuma más, inhala de manera diferente y tiene una mayor dependencia al tabaco.

Por ello, reivindican que se realicen planes personalizados para cada paciente teniendo en cuenta fenotipo y sus condicionantes psicosociales. En este aspecto, indican que los farmacéuticos comunitarios son sus aliados. “Valoramos muy positivamente las diferentes acciones que se han llevado a cabo, si bien es cierto que no se dan en todas las CC. AA ni en todas las ciudades y regiones”, lamentan.
Con respecto al impacto que tiene el tabaquismo en estos pacientes en la evolución de su enfermedad, desde la APEPOC explican que la aceleración del deterioro pulmonar; el aumento de la inflamación y daño pulmonar; la mayor frecuencia y severidad de exacerbaciones; la reducción de la eficacia del tratamiento; el mayor riesgo de infecciones respiratorias; el desarrollo de comorbilidades; la calidad de vida deteriorada; la reducción de la esperanza de vida y la mayor carga económica.