Miguel Rodríguez. © Lara Revilla.

Desde comienzos de 2020, la emergencia sanitaria mundial provocada por la pandemia de la COVID-19 ha puesto en jaque las capacidades de los sistemas sanitarios. En España, un país con la sanidad transferida a las CC.AA., el papel de las mismas y sus Gobiernos en la gestión ha sido fundamental a lo largo de las sucesivas olas, sobre todo después del final del Estado de Alarma. Cantabria no ha escapado a esta realidad y al frente de ella se ha situado su consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez.

El máximo responsable autonómico en el ámbito de la salud ha sido el encargado de hacer frente a este desafío, que más allá de la propia COVID-19, ha planteado nuevos retos a los que es necesario hacer frente. De otro lado se encuentran los ‘deberes’ acumulados que ya existían en el sistema, los cuáles siguen precisan de nuevos planes y soluciones. Sobre todo ello ha reflexionado Rodríguez en una entrevista exclusiva con Economía de la Salud (EDS).

Pregunta. ¿En qué momento se encuentra la sanidad cántabra actualmente? ¿Cómo ha sido la transición desde marzo de 2020?

Respuesta. La sanidad de Cantabria afronta el reto de aprovechar este momento de cambio que la COVID ha impuesto. Hay nuevas necesidades y demandas asistenciales, y ha habido que modificar la forma en que se atienden las consultas, con la ayuda de las nuevas tecnologías y la atención telemática, que han ganado peso. También ha habido que reforzar la estructura y los recursos de Salud Pública, habilitando sistemas de rastreo y de información más ágiles y flexibles.

La sanidad de Cantabria ha demostrado en este tiempo, desde que llegó la pandemia, su capacidad de adaptación y resiliencia, gracias en gran medida al esfuerzo de los trabajadores sanitarios. Esta región está a la cola de la mortalidad por COVID-19, y además se ha mantenido gran parte de la pandemia con unos niveles de incidencia por debajo de la media, salvo momentos concretos. El reto del sistema sanitario público está en poder hacer frente a una demanda asistencial mayor por la COVID-19 y sus posibles secuelas, a la vez que se garantiza la sostenibilidad financiera.

“El reto es hacer frente a la demanda de la COVID-19 y sus secuelas a la vez que se garantiza la sostenibilidad financiera”

P. ¿Cómo progresa el proceso de vacunación frente a la COVID-19 en la comunidad? ¿Cuáles son los siguientes pasos a dar?

R. En agosto, con fecha de día 29, Cantabria llegó al objetivo del 70 por ciento de población inmunizada con la vacuna contra la COVID-19, un hito que la comunidad ya ha rebasado y que alcanzó antes que el conjunto de España. Se consigue así la meta marcada de llegar a esta cifra en el mes de agosto, un paso importante para la necesaria inmunidad de grupo que permita combatir de forma eficaz el SARS-CoV-2. La vacunación en Cantabria avanza por encima de la media de España; si se mira el porcentaje de vacunas administradas respecto a las recibidas, esta región está entre las primeras.

Miguel Rodríguez. © Lara Revilla.

Los pasos que quedan es completar la vacunación de los grupos pendientes, los que se ha empezado a vacunar más tarde. Se trata del colectivo de 12 a 19 años, en el que se quiere acelerar la administración de dosis, por el inicio de curso escolar.  (El 7 de septiembre en Cantabria).

El Servicio Cántabro de Salud (SCS) sigue actuando de forma proactiva para continuar avanzando en la vacunación. Desde el 1 de septiembre se ha retomado la administración de dosis en los centros de salud para el grupo de 12 a 19 años, con llamadas telefónicas a posibles interesados, que también pueden recurrir a la autocita. También se prevé impulsar campañas de información, especialmente entre los jóvenes, y se baraja la idea de ir a vacunar a centros universitarios.

Con todo, hay que destacar que, ya con estos porcentajes tan elevados de población vacunada, llegará un momento en que las cifras llegarán a un tope y no se pueda vacunar más. La vacunación, hay que recordar, no es obligatoria.

“Se prevé impulsar campañas de información, especialmente en jóvenes, y se baraja la idea de ir a vacunar a centros universitarios”

P. En un nivel más general ¿Qué novedades espera incorporar Cantabria en el aspecto sanitario a corto y largo plazo en este ‘reinicio’ de curso?

R. Cantabria aspira a modernizar su sistema sanitario, profundizando y avanzando en nuevas tecnologías y para mejorar las comunicaciones con los usuarios. Queremos recuperar la normalidad de la actividad de nuestros centros, la necesidad de volver al ritmo previo a la pandemia es vital para las organizaciones sanitarias. La incertidumbre va a seguir sobrevolando, pero tendremos que convivir con ella y con posibles nuevas olas, así como recuperar los indicadores anteriores a marzo del año pasado.

Debemos también hacer un ejercicio de análisis de lo que hemos desarrollado en este tiempo para aprovechar todo lo positivo que queremos adoptar para el futuro, por ejemplo, todo lo avanzado en transformación digital, en teleasistencia, en coordinación interna y con otros agentes, etc. Afrontamos esta segunda mitad de legislatura con retos importantes que vienen de la mano de los fondos europeos en proyectos de salud digital, con la unidad de prontoterapia.

Nos hemos marcado como ejes prioritarios de trabajo en lo inmediato la estrategia de salud mental, el plan de oncología y todo lo relativo a la cronicidad, sin olvidar el necesario fortalecimiento de la atención primaria y la Salud Pública.

Con la paulatina llegada de los fondos europeos a España, ¿Qué calendario maneja Cantabria con la asignación que se prevé recibir?

R. Para Sanidad se prevé una inversión de en torno a 40 millones de euros para la unidad de protones en el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla de Santander, uno de los principales proyectos. Esperamos que esté operativa en 2024. Se trata de uno de los proyectos más importantes para la sanidad pública de Cantabria y para el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla. Saldrá en breve el pliego de contratación para la instalación y puesta en marcha del centro de protonterapia. El contrato incluirá la realización de la obra y la instalación de la unidad, con la previsión de que pueda estar operativa en 2024.

P. ¿Cuáles son los retos post-pandemia a nivel comunitario? ¿Qué novedades traídas por la COVID han llegado para quedarse?

R. El reto post-pandemia pasa por avanzar en la digitalización y consolidar la salud digital, para poder prestar atención telemática en los casos en que sea posible para descargar en lo que se pueda el sistema de salud. Otro reto está en fomentar el autocuidado y la prevención, para tratar de reducir al máximo las necesidades de asistencia sanitaria.Y también hay que mejorar la atención primaria, logrando una mejor compenetración y una conexión con la atención hospitalaria en beneficio del paciente.

Miguel Rodríguez. © Lara Revilla.

P. Salud mental también es uno de los retos a abordar tras el impacto de la COVID ¿Qué líneas prevé llevar a cabo el departamento autonómico y cuáles están en desarrollo?

R. Tenemos claro que no puede haber salud sin salud mental y es, por tanto, una preocupación en primera línea. Esta realidad es aún mayor en estos difíciles momentos, durante la pandemia, y en el proceso de recuperación que afrontamos. Se ha puesto ya en marcha una red experta en salud mental para el desarrollo del nuevo Plan de Salud Mental hasta 2026 con participación desde un comienzo de los diferentes actores asistenciales, con una visión participativa, integral y comunitaria, asegurando la aportación de diversos profesionales y también de los usuarios.

En paralelo, se ha propuesto una estrategia y se trabaja en situaciones que requieren actuaciones inmediatas, sin esperar a la publicación definitiva del plan. Un ejemplo de ello es la detección de un aumento de la demanda asistencial en salud mental infanto-juvenil, aumento que ha tenido lugar en el resto de comunidades autónomas y a nivel internacional. Se ha elaborado en este sentido un primer documento que se ha plasmado, entre otras cuestiones, en más dotación de los servicios para absorber mejor la demanda. También se trabaja en la integración de la asistencia a personas con conductas adictivas.

“Se ha elaborado un primer documento [sobre necesidades de salud mental inmediatas] que se ha plasmado, entre otras cuestiones, en más dotación de los servicios para absorber mejor la demanda”

P. El Consejo Interterritorial ha intensificado su actividad por la pandemia, pero ¿hasta qué punto tenemos un modelo de cogobernanza real?

R. A nadie se le escapa que desde el fin del Estado de Alarma la gestión de la pandemia, que antes pilotaba el Estado, ha recaído en las comunidades. Aunque en el seno del Consejo Interterritorial se aborda la situación general y problemas que son comunes, indiscutiblemente cada gobierno autonómico impulsa las restricciones y medidas que entiende oportunas, acompasadas a la evolución del virus en su territorio. De ahí que haya diferencias entre comunidades, aunque sí que hay diálogo e intercambio de ideas entre consejeros de Sanidad o de Salud. Al final, nos estamos enfrentando a problemas muy similares.

P. Avanzar hacia una Unión Europea de la Salud es uno de los objetivos marcados por los países ¿En qué medida se deben mantener mecanismos como la compra centralizada? ¿Qué decisiones han de mantenerse como competencia propia en las comunidades y cuáles pueden beneficiarse de esta colaboración?

R. La compra centralizada, es una herramienta útil para mejorar en la eficiencia en el gasto, y máxime en comunidades autónomas de pequeño tamaño como es la nuestra. Precisamente por este motivo, con fecha 5 de agosto, se ha rubricado el acuerdo entre el Instituto Nacional de Gestión Sanitaria y la Comunidad Autónoma de Cantabria, para la adhesión al Sistema de Adquisición Centralizada Estatal de Medicamentos, Servicios y Productos Sanitarios.

La firma de este acuerdo ha supuesto dar un paso firme en la apuesta por la compra centralizada. Gracias a él, Cantabria se beneficiará de todas las compras de medicamentos y productos de uso sanitario que han sido incluidos en la Orden SND/682/2021, de 29 de junio, de declaración de medicamentos, productos y servicios sanitarios como bienes de contratación centralizada.

Miguel Rodríguez. © Lara Revilla.

El número de productos que pasan a ser de contratación centralizada sube de forma exponencial, destacando entre ellos todos los medicamentos clasificados por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) como medicamentos de uso hospitalario, los implantes activos y no activos, productos sanitarios no implantables (por ejemplo productos y sistemas para transfusión, diálisis, canalización, tratamiento, conservación, almacenamiento y transporte de sangre y otros fluidos corporales, células, órganos o tejidos), y un largo catálogo adicional.

Es cierto que algunos productos, por las características propias, bien de la población o por los propios equipos con los que trabaja el SCS, es probable que sigamos contratando de forma independiente a través de nuestros propios procedimientos de licitación, pero intentando que sirvan de base al menos para todas las Gerencias del SCS. Pero en general, no hay ningún producto sanitario que a priori necesariamente deba ser licitado en exclusiva.

“La compra centralizada, es una herramienta útil para mejorar en la eficiencia en el gasto y máxime en CC.AA. de pequeño tamaño como la nuestra”

P. La venta de test de autodiagnóstico en farmacias ha sido una de las últimas novedades en llegar para luchar contra la COVID ¿qué balance hace de esta iniciativa a nivel comunitario?

La venta de estos test de autodiagnóstico en las farmacias se impulsó en el Consejo Interterritorial y se trata de un instrumento útil en el momento en que, si se da positivo en este test, la persona se aísla inmediatamente y se confina hasta recibir la confirmación de tener la infección activa. Por lo tanto, sirven para evitar contactos en sospechosos de tener el virus y frenar la transmisión. Ahora bien, es clave que el usuario conozca el procedimiento y sepa actuar ante el resultado de esta prueba. Y es fundamental que, en caso de ser positivo, se comunique al sistema de salud.

P. La pandemia ha evidenciado las dificultades a la hora de contratar profesionales sanitarios ¿En materia de recursos humanos, qué líneas se planean seguir a nivel autonómico y qué necesitáis que se haga a nivel nacional?

A corto plazo lo más relevante es la incorporación de médicos de familia y pediatras de la OEP de 2017 y del concurso de traslados convocado en abril de 2021, el próximo mes de octubre, lo que supondrá un paso importante de cara a la estabilidad de los profesionales. Se iniciarán también los trabajos de la mesa técnica de movilidad (OEP y Traslados) para abordar la planificación de las OEP pendientes de convocar, la de estabilización y la concreción de la oferta de este año, que añadirá 308 plazas a las futuras convocatorias.

En relación con el empleo temporal, se ha trabajado en una mesa técnica, y será elevado a Mesa Sectorial, en la modificación del Acuerdo que regula la selección de personal temporal, de modo que los trabajadores tengan mayor flexibilidad a la hora de incorporarse al SCS, minimizando la pérdida de profesionales. También queremos negociar el desarrollo de un concurso de traslados abierto y permanente que nos permita captar profesionales desde otras CC.AA. de modo permanente.

Además, la pandemia ha manifestado la necesidad de una investigación alineada con la actividad asistencial, motivo por el cual hemos incluido en la oferta de empleo público del 2020 dos plazas de titulado superior investigador, además de haber lanzado la contratación temporal de dos posiciones para investigadores doctores en biología para incorporarse al Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, en los servicios de Enfermedades Infecciosas y Microbiología.

Estamos desarrollando una revisión exhaustiva de las plantillas tanto de hospitales como de AP para conocer las necesidades estables de RR.HH. y efectuar un ajuste realista

Estamos desarrollando una revisión exhaustiva de las plantillas tanto de hospitales como de atención primaria para poder conocer las necesidades estables de recursos humanos y poder efectuar un ajuste realista. Por otro lado, nuestra oferta de formación especializada continúa siendo numerosa y nos han acreditado tres nuevas plazas en Endocrinología, Medicina Interna y Microbiología en el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla.

Por último, nos gustaría poder avanzar en acuerdos en mesa sectorial para poder incentivar los puestos de difícil cobertura, especialmente en Atención Primaria, y avanzar en un mayor protagonismo de la enfermería dentro de nuestras organizaciones.