Las reformas sanitarias tienen hoy día un fuerte consenso en la necesidad de acometerlas, pero también cuentan con el acuerdo general de su dificultad para llevarlas a cabo, hasta ahora. Por primera vez desde la instauración de la democracia con las elecciones generales de Junio de 1977, se ha producido un Pacto de Gobierno firmado de manera transparente por dos partidos con una amplia representación parlamentaria, auqnue sin mayoría absoluta. El Partido Popular y Cuidadanos han rubricado un documento que contiene nueve compromisos sanitarios, algunos de los cuales pueden contar con el apoyo del Grupo Socialista en el Congreso. Se abre un periodo de cambios en la sanidad.
Las palabras tienen historia y en política, además, consecuencias. El copago entró en la agenda como un arma arrojadiza en noviembre de 2011. Debatían antes de las elecciones generales el socialista Alfredo Pérez Rubalcaba y el popular Mariano Rajoy. Fue en aquella disputa dialéctica donde el copago viró desde un concepto sanitario a uno político. Poco después, el 30 de diciembre de aquel año, llegó el Real Decreto-Ley 16/2012. Con él se modificó el sistema de copago que llevaba vigente desde los años 80. Una reforma que libró de aportaciones a parados de larga duración pero que incluyó a los pensionistas —hasta entonces exentos— con un tope mensual.