Juan Pablo Ramírez. Redactor Jefe de Gaceta Médica
Los años 2015 y 2016 han significado un cambio de tendencia en la inversión pública en investigación, desarrollo e innovación. El gasto ha comenzado a repuntar, pero aún es insuficiente dado el hundimiento sufrido desde 2009, cuando se alcanzó el máximo histórico. Este año los Presupuestos Generales del Estado reservan para I+D+i 6.430 millones de euros, lo que supone un incremento del 0,35 por ciento con respecto al año pasado. Esta cifra significa con respecto a 2009 una caída del 33 por ciento.
Julio Sánchez fierro. Abogado y vicepresidente del Consejo Asesor de Sanidad
Los sistemas sanitarios de los estados miembro presentan una clara heterogeneidad de situaciones y de características, circunstancia que la Unión Europea respeta, pero ante la que no se mantiene indiferente. La contención del gasto no debería fiscalizarse en el gasto farmacéutico, descuidando otros factores de ineficiencia en la gestión. En cuanto a la innovación, que es fundamental para avanzar en Sanidad, habría que coordinarla estrechamente con la llamada Unión por la Innovación, que es una de las siete líneas fundamentales de la Estrategia 2020, asentada en los artículos 179 y siguientes del Tratado de Funcionamiento de la UE.
Numerosos foros están debatiendo los aspectos más sensibles de la política farmacéutica en sus vertientes de precios, financiación y acceso. Uno de ellos es la Comisión de Expertos para el Acceso Temprano y Seguro de los Medicamentos (STAMP, por sus siglas en inglés), establecida en el seno de la Comisión Europea en enero de 2015. Se ha reunido hasta la fecha en cuatro ocasiones que han servido para dejar claras dos cosas: la necesidad de impulsar el acceso a la innovación de manera conjunta y lo lejos que aún se está del objetivo.
G. Comesaña. Director de Procesos Asistenciais, Estructura Organizativa de Xestión Integrada de Vigo. (et al.)
La compra pública de innovación en el ámbito sanitario, además de una excelente vía de incorporar productos y servicios, y mejorar la calidad y la eficiencia de los servicios sanitarios, constituye una herramienta para promover en el ecosistema sanitario la aparición y consolidación de nuevos actores, especialmente en el ámbito de las pequeñas y medianas empresas que a su vez contribuyen a esa mejora. Su promoción desde las instituciones hace que sea posible su financiación en gran medida, y sirve además como una palanca de cambio en la gestión de los recursos humanos, pues mejoran la motivación y el reconocimiento de los profesionales.
El precio de los medicamentos en los Estados Unidos no es un problema nuevo, pero el diálogo nacional en torno a esta materia ha cobrado fuerza después de que el gasto farmacéutico haya sufrido el efecto de incrementos que profesionales, pacientes y políticos consideran no justificados. Convertido en uno de los principales problemas de salud, este debate llega a las elecciones presidenciales con un compromiso compartido de cambiar el modelo. El abanico de propuestas es enorme, todas difíciles y de efectos poco claros.
En la última década los costes en I+D para desarrollar un fármaco aumentaron en un 145 por ciento, superando los 2.500 millones de dólares. Las etapas clínicas son las más costosas para las compañías farmacéuticas, aglutinando el 39,8 por ciento del gasto total. Además, tan sólo el 11,83 por ciento de las moléculas que inician la fase de investigación y desarrollo llegan a ser comercializadas, y el tiempo para el desarrollo total de las moléculas puede alcanzar los 141 meses. Con todo, el sector farmacéutico abre la puerta a nuevos modelos de I+D más colaborativos, así como a la adquisición de compañías que puedan aportar innovaciones a sus pipelines.
La llegada de Dolors Montserrat al Ministerio de Sanidad ha puesto en funcionamiento la maquinaria de las reformas que el sistema sanitario necesita para seguir ganando en eficiencia y asegurar su sostenibilidad, calidad y equidad. Uno de los retos que no puede seguir esperando en la agenda sanitaria pasa por asegurar el futuro ante la entrada de innovaciones tecnológicas. EDS ha hablado con cinco economistas de la salud para atisbar en qué medida ésta podría ser la legislatura de la evaluación económica.
Los eurodiputados de la Comisión de Salud Pública del Parlamento Europeo registraron un total de 617 enmiendas al borrador del informe Opciones de la UE para mejorar el acceso a los medicamentos. Uno de sus objetivos era equilibrar un texto que, al situar a la industria farmacéutica como fuente de todos los males, dificultaba la adopción de un acuerdo de amplio consenso. El denominado ‘Informe Cabezón’ se votará en el Pleno de la Eurocámara a principios de 2017 y su respuesta puede ser clave para abordar los retos del acceso, la sostenibilidad y la innovación farmacéutica en Europa.
Aunque España es uno de los países que antes adapta las innovaciones en el campo de la oncología, las inequidades en el acceso a los tratamientos siguen siendo una realidad. La variabilidad en el diagnóstico y en el tratamiento es uno de los principales desafíos en este campo. Al mismo tiempo, el código postal influya también en que la supervivencia sea mayor o menor. Un retroceso que está impidiendo que la medicina de precisión siga su recorrido
En los próximos meses varios fármacos superventas se enfrentan a la expiración de sus patentes. Compañías como MSD, Novartis, GSK o Lilly, tienen en sus portfolios medicamentos que tendrán que enfrentarse a la competencia del genérico, que ofrecerá precios más bajos por estos fármacos.
Noviembre es el mes elegido, la fecha en la que se decidirá el emplazamiento de la sede de la Agencia Europea del Medicamento (EMA) tras la decisión del Reino Unido de abandonar la Unión Europea. El Consejo Europeo ha hecho público el pliego de requisitos que deben cumplir las ciudades que pretendan acoger la sede de la agencia reguladora.
En un contexto donde las restricciones presupuestarias marcan cualquier inversión, el ministerio de Sanidad encargó a un grupo de expertos de la Universidad de Alcalá una fórmula que midiera el grado de innovación y permitiera de esa forma hacer un cribado entre los nuevos medicamentos que fueran apareciendo. El conocido popularmente como ‘innovómetro’ está concluido y el Ministerio debate ahora si se debe incluir en el Real Decreto de Precios o dejarlo en un cajón.
Los responsables sanitarios catalanes quieren hacer frente a uno de los principales retos a los que se enfrentan: la incorporación de la innovación en una época marcada por la incertidumbre. Por ese motivo, recientemente han puesto en marcha el nuevo Programa de Armonización Terapéutica, que incluye importantes novedades. Entre las más relevantes, destaca que se adelanta la evaluación económica y que se apuesta por dar voz a los pacientes a lo largo de todo el proceso. Otros ejes que definen el nuevo sistema es que se potencia la transparencia y se simplifican los procesos.
La protección de la innovación es esencial para el crecimiento de la economía de cualquier país. Según diferentes informes europeos España debe mejorar en varios aspectos. De momento, es un país “moderadamente innovador”, tal y como contextualizó la Unión Europea en 2016 en el informe ‘Unión para la innovación’. De esta forma, el debate sobre si cumplirá el objetivo del Horizonte 2020 está servido. Los partidos políticos de la oposición lo tienen claro: “no llegará”. Sin embargo, hace falta también analizar el contexto económico, que en este caso viene de la mano del proyecto de los Presupuestos Generales del Estado.
Los aumentos de costes para la investigación y desarrollo de nuevos medicamentos, unido a los problemas de acceso y al avance de la investigación en campos tan cruciales como el oncológico hace que las compañías farmacéuticas se abran a un modelo de Open Innovation para fomentar la llegada de innovaciones a sus carteras. De hecho, la mayoría de las compañías farmacéuticas tienen en marcha estrategias centradas en la innovación en abierto con el objetivo de potenciar su músculo investigador en el corto y medio plazo.
Durante los últimos años, el presupuesto de las comunidades autónomas para atención primaria (AP) ha sufrido un descenso del 13,2 por ciento. Esta insuficiencia presupuestaria tiene dos conscuencias graves. Por un lado, el abandono social de la AP; y, por otro, la ausencia de innovación organizativa. Los recortes en el primer nivel asistencial resultan paradójicos, ya que existen evidencias de que aquellos sistemas sanitarios que la potencian son más eficientes, tanto desde el punto de vista económico, como en resultados en salud.
La investigación que se realiza en los hospitales del Sistema Nacional de Salud no termina de aprovecharse. Existen diferentes factores que limitan hoy la investigación traslacional en España. Entre ellos, podrían destacarse la falta de financiación, los elevados costes de los procesos, las dificultades para obtener resultados y las cargas regulatorias. En la actualidad, España es el octavo país del mundo en diseminación de la ciencia, pero la situación empeora si se analizan las patentes en explotación, que no han aumentado de nivel en estos últimos años. Crear una masa crítica de invesigadores es uno de los desafíos pendientes.
Bleric Alcalá. Consultora en Economía de la Salud, Weber. Néboa Zozaya. Directora del departamento de Economía de la Salud, Weber.
En los múltiples y necesarios debates sobre la sostenibilidad de los sistemas sanitarios, va cobrando más relevancia el concepto de valor en su sentido más amplio. Se está produciendo un cambio de paradigma en torno a la innovación farmacéutica, y cada vez son más los países que están aplicando reformas para orientarse hacia un sistema de evaluación y financiación basado en el valor. Estos cambios plantearán nuevos retos que será necesario abordar.
Gema Fernández Estradé. Medical Science Liaison de Wecare-u
La industria farmacéutica y biotecnológica lideran las estrategias en innovación e I+D, lo que supone un potente motor para el desarrollo económico de un país. El descubrimiento de nuevos fármacos y la inversión en innovación son dos de los pilares básicos que deben potenciarse desde cualquier economía. La situación actual plantea un reto estratégico para el sector sanitario, protagonizado por una inestabilidad política y de los mercados a la que tienen que hacer frente las empresas para rentabilizar su inversión y, al mismo tiempo, generar beneficios de forma eficiente. En los últimos años, el desarrollo de nuevas tecnologías ha supuesto un avance prometedor para obtener una mayor rentabilidad en el desarrollo de nuevos fármacos. En este artículo se repasarán las principales novedades en la I+D durante el último año, analizando el desempeño de la industria biofarmacéutica y su capacidad de generar retornos de la inversión a partir de su pipeline.
Carmen López / Esther Martín del campo. Redactora Jefe de Sección / Redactora Jefe de Gaceta Médica
No hay congreso médico en oncología que pase por alto un debate recurrente en los últimos tiempos. ¿Cuál es el precio que se ha de pagar por la innovación en estos fármacos? Desde el punto de vista de la industria que los gesta, es imprescindible que cubra el coste de una elevada inversión en el desarrollo de estas moléculas que permita hacer sostenible su apuesta por la I+D. Para los especialistas, es preciso mirar más allá del precio: Resulta fundamental medir los beneficios que aportan en términos de supervivencia, calidad de vida y efectos secundarios.
Durante el transcurso de los últimos años el análisis de los biomarcadores ha sido uno de los grandes aliados de los oncólogos para diagnosticar, elaborar y evaluar los tratamientos en pacientes de cáncer. Nuevos fármacos para biomarcadores ya en uso, o investigaciones sobre nuevos marcadores tumorales abren la puerta a tratamientos más personalizados y, por tanto se espera que más efectivos. En este sentido, el cáncer de pulmón de células no pequeñas viene a marcar la hoja de ruta, para que en otras especialidades los biomarcadores y los tratamientos en base a los mismos vayan cobrando cada vez más relevancia.
Las compañías farmacéuticas afincadas en España cuentan con 137 fábricas que producen un negocio de 15.000 millones de euros, de los que 11.000 millones van a exportaciones. Además, en 2017 dedicaron 1.150 millones de euros a investigación, lo que supone el 21 por ciento de toda la I+D industrial española.
El cáncer es, una de las enfermedades de mayor relevancia en Salud Pública, constituyendo un problema sanitario de primera magnitud en todos los países occidentales. No solo es la segunda causa de muerte, después de las enfermedades cardiovasculares, sino que además su incidencia y prevalencia continúa aumentando debido al envejecimiento de la población