El incremento del coste de los fármacos oncológicos de los últimos años y los que se prevén que están por venir han puesto de manifiesto que evaluar datos de eficacia y seguridad obviando el coste y el valor que los fármacos pueden aportar a los pacientes ya no es una fórmula válida. En este escenario, las sociedades científicas son conscientes de que tienen mucho que decir como demuestra el hecho de que tanto ASCO como ESMO hayan desarrollado sus propias escalas de medición.